La familia del pequeño de escasos tres años, diagnosticado con encefalopatía epiléptica infantil temprana, acudió a la generosidad de los bumangueses. Vanguardia.com dio a conocer su historia y ahora la familia agradece la solidaridad y el amor que le brindaron a Andrey.
Luego de tres meses hospitalizado en la Clínica Chicamocha, una gastrostomía, constantes dosis de anticonvulsivantes y una dieta especial, Andrey Jair Martínez Quesada regresó a su casa.
“La salida se la dieron esta semana. Ya estamos instalados en la casa, Andrey aún se está adaptando a su nuevo hogar y se levanta asustado pero gracias a Dios desde hace dos días no ha convulsionado”, relató Lorena Quesada, mamá de Andrey.
A raíz de la hospitalización, Lorena tuvo que vivir con su hijo en la clínica, pues no podía dejarlo solo. Su esposo, quien trabaja como vigilante, no gana lo suficiente para asumir los gastos de la familia, por eso decidieron acudir a la generosidad y al buen corazón de las personas.
“Nos fue muy bien. La gente fue a visitarnos, fue a orar mucho por mi hijo. Le llevaron pañales, algunos pañitos y crema antipañalitis. Rosarios, juguetes, tres mudas de ropa y cartas de aliento”, contó Lorena.
A través de las donaciones a la cuenta de ahorros, lograron reunir un millón de pesos, dinero que fue usado para pagar dos meses de arriendo por adelantado y transporte para asistir a los controles médicos.
“Quiero agradecer a todos los que se pusieron la mano en el corazón para ayudar a mi guerrero, que Dios los bendiga. Sé que hicieron mucha oración por él. Me siento muy feliz y agradecida porque las personas que nos visitaron hicieron de cada día algo diferente para mi hijo. Como dice el refrán, hoy por ti, mañana por mí, mil gracias por sus detalles y ayuda”.
Aunque se recogieron muchas cosas, las puertas de esta familia siguen abiertas a recibir cualquier tipo de ayuda.
“Quienes deseen ayudarnos económicamente lo pueden hacer a través de la cuenta 047 800 112 782 del Banco Davivienda, a nombre de Lorena Quesada. También seguimos recibiendo pañitos húmedos, crema antipañalitis, crema del cuerpo, aceite de oliva, aceite de coco...” aseguró Lorena.
Así mismo manifestó que necesita con urgencia un producto de soporte nutricional en lata llamado 'Módulos de proteína, carbohidratos, lípidos – prowhey en polvo de 275 gramos', que aún la Eps no ha autorizado y es vital para la alimentación de Andrey.
Igualmente quienes quieran visitarlo en la casa, en el municipio de Lebrija, lo pueden hacer.
“El que quiera ir a conocer a Andrey es bienvenido. Con él nosotros vivimos el momento. Mi esposo está feliz porque ya lo puede ver todos los días, lo consiente, comparte con él. Yo todas las noches antes de dormir le leo un cuento y oramos”, finalizó.
Dos enfermeras, una de día y otra de noche, monitorean diariamente la salud de Andrey, y en los próximos dos meses este pequeño guerrero debe asistir a controles de neuropediatría y nutrición.
