Hace más de medio año la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, advirtió que la celda cuatro ya había alcanzado su nivel máximo. Se investiga por qué la Empresa de Aseo de Bucaramanga no garantizó la estabilidad de dicha fosa y permitió seguir disponiendo basuras allí.
La hipótesis de que la celda cuatro de El Carrasco colapsó, porque ya había alcanzado su capacidad máxima y aún se seguía disponiendo basuras allí, cada día adquiere mayor credibilidad. En marzo pasado la Anla realizó una visita a El Carrasco y evidenció que tal fosa ya había superado su capacidad máxima. Es más, el informe precisa que el nivel de residuos ya había “alcanzado cotas cercanas a la de los terrenos de los predios vecinos”.
Este hecho sería el factor principal que habría ocasionado el deslizamiento de basura, que este miércoles se presentó en el relleno sanitario, y que hoy tiene a Bucaramanga y su área expuesta en una emergencia ambiental.
¿Qué halló la Anla?
Ayer arribó a la capital santandereana un grupo de expertos de la Autoridad Nacional de Licencia Ambientales, e inició una investigación sobre la emergencia registrada en El Carrasco. Tal indagación continuará durante los próximos días, con el fin de establecer cuáles fueron las causas que originaron dicho colapso.
Voceros de la Anla aseguraron que, hasta tanto no se tenga un informe técnico al respecto, no se entregarán declaraciones oficiales con relación al origen del deslizamiento que ocurrió en el relleno sanitario.
Lo que sí está claro es que, en una visita realizada en marzo pasado, la Anla evidenció que la capacidad de la celda cuatro ya había superado su nivel máximo.
A pesar de esta advertencia, dicho organismo fue testigo de que en esta fosa se continuaba disponiendo mil toneladas de residuos sólidos cada día.
Al notar que, a pesar de estar llena, se seguían apilando desechos, la Anla le exigió a la Empresa de Aseo de Bucaramanga, Emab, adoptar medidas para lograr una estabilización de dicho socavón.
“Como resultado de esta visita, la Anla solicitó a la Emab garantizar la estabilidad de celda, dado que se habían superado las cotas de diseño”, fue la observación registrada.
Incluso, en una inspección más reciente, llevada a cabo el pasado 25 de septiembre, la Anla halló que la basura ya no se estaba disponiendo en una celda, sino más bien en una especie de 'montaña' de residuos (ver foto “después”).
“En esta visita se verificó que la celda de disposición de residuos había alcanzado cotas cercanas a la de los terrenos de los predios vecinos”, informó la Autoridad Nacional.
¿Cuánta basura?
En diciembre de 2016, el entonces gerente de la Emab, José Manuel Barrera, afirmó a Vanguardia Liberal que “esta nueva celda (la 4) tiene una vida útil de 11 meses, con una capacidad total para disponer 270 mil toneladas de residuos sólidos”.
En septiembre de 2017 Barrera informó, sobre el espacio disponible en dicha fosa, que “la celda tiene una capacidad remanente hasta mayo de 2018”, aunque el plazo inicial que anunció se cumplía en noviembre de 2017.
A pesar que la tal “capacidad remanente” se venció en mayo pasado, la Emab habría permitido que se siguieran disponiendo residuos en esta misma celda.
Es decir, aunque inicialmente la celda 4 se diseñó en su Fase 1 para recibir cerca de 270 mil toneladas de basura y funcionar durante 11 meses, dicha fosa operó a lo largo de 21 meses y se calcula que tendría unas 630 mil toneladas aproximadamente cuando colapsó.
¿Qué dice la Emab?
Para garantizar la adecuada operación de El Carrasco, en mayo pasado se tuvo que habilitar la Fase 2 de la celda 4. La Emab era la entidad a cargo de hacer la contratación de tales obras.
No obstante, hasta la fecha no se ha ejecutado ni un solo trabajo de construcción al respecto.
Abigail León Nieves, quien desde agosto pasado es la gerente (e) de la Emab, explicó que “debíamos hacer la contratación de la ampliación de la celda. La plata la giran Bucaramanga y los otros tres municipios del área. La Emab no actuó antes porque estaba a la espera del giro de estos recursos para el contrato”.
“No se podía contratar sin tener todo el dinero asegurado. Floridablanca fue el último municipio en aportar los recursos, lo hizo solo hasta el pasado 10 de julio”, agregó León Nieves.
Manuel Azuero, jefe de Gobernanza de la Alcaldía de Bucaramanga, manifestó al respecto que “esta emergencia también es responsabilidad del Departamento y de los demás municipios implicados, hasta ahora no se han pronunciado sobre lo que está ocurriendo en El Carrasco”.
“recolección de residuos NO se afectará”
Abigail León Nieves, gerente (e) de la Emab, aseguró que pese a la emergencia que existe en el relleno sanitario “no se ve afectada la recolección de los residuos sólidos. Queremos dar este parte de tranquilidad”.
Julián Serrano Gómez, representante del Consorcio Disposición Final, operador de El Carrasco, aseguró que la celda colpasada no se está usando e indicó que por ahora se está implementando la contingencia que exige la normativa.
“La disposición final ni la recolección se han detenido. Ahora empezamos a disponer las basuras en la celda 1, que es la que por ley tenemos que tener habilitada como plan de contingencia”, explicó Serrano Gómez.