Las autoridades ambientales aseguraron que están tras la pista de las fábricas que están emitiendo al ambiente los olores nauseabundos que se respiran desde hace varios años en el área metropolitana de Bucaramanga. Es más, aseveraron que en septiembre próximo darán a conocer un revelador diagnóstico de esta problemática.
Para nadie es un secreto que algo huele mal en la capital santandereana. Se perciben olores de basura y de la combustión de los automóviles, pero también hay otros más putrefactos que afectan todos los días a los vecindarios.
Estrategia
Para hacer tal estudio se sigue en la actualidad el denominado Protocolo para el Monitoreo, Control y Vigilancia de Olores Ofensivos, más conocido como PRIO.
Con tal herramienta, las entidades disponen de ‘dientes’ para controlar el hedor que emana de fábricas de los municipios de Girón, Piedecuesta, Floridablanca y Bucaramanga.
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El PRIO define métodos para determinar la molestia que, desde hace un largo tiempo, soportan los habitantes del área metropolitana de la capital santandereana.
Entre los mecanismos para medir la intensidad de los olores se relacionan dentro del PRIO sistemas manuales y otros de tipo automático, que ya fueron avalados por el Ideam y aprobados por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Según Henry Andrés Sarmiento, subsecretario de Medio Ambiente del Municipio, “se está trabajando en el control de los denominados olores penetrantes que están asfixiando a varias comunas de la meseta”
En tal sentido, reiteró que solo hasta dentro de dos meses se podrán revelar detalles de los responsables de esta situación.
Todo será posible con los monitoreos del nivel de contaminación del aire que respiran los habitantes de la capital de Santander.
Agregó que ante las reiteradas quejas de los ciudadanos, se ha venido trabajando en el seguimiento y control de las empresas ubicadas en la Zona Industrial de Chimitá y en otras áreas neurálgicas de la meseta de Bucaramanga y de los vecinos municipios del área.
De igual forma, frente a las empresas ladrilleras, ubicadas en la zona rural de Girón, la Cdmb ha venido trabajando en el control de los hornos, tipo túnel o Hoffman, los cuales están obligados a disponer de altos niveles de tecnificación.
Ante ellos se realiza el seguimiento y se ejecuta la debida auditoría a los muestreos técnicos, mediante los cuales se calcula la concentración de los gases que emiten las chimeneas de tales empresas.
Al frente de todos estos controles, además de la Cdmb y del Área Metropolitana de Bucaramanga, están los propios inspectores de la Secretaría de Salud y Medio Ambiente.
