Desde hace muchos años se han hecho esfuerzos, aunque poco exitosos, de recuperar el inmenso potencial del río Magdalena, tanto para la seguridad nacional, como para el transporte de pasajeros, el turismo o la exportación e importación de toda clase de productos.
Bucaramanga
‘Barras bravas’ del Bucaramanga, en la tribuna del emprendimiento
- Jesús Sánchez y Benjy Ramírez, seguidores del Atlético Bucaramanga, pintan cuadros, además confeccionan y elaboran diseños alusivos al cuadro leopardo.
- ‘Corporación Búcaros’ es el nombre que le dieron José Gabriel Pinto, Laura Gori, Omar Alexánder Gori y Katherine Gori al proyecto de reciclaje urbano, el cual lideran desde hace un año en la ciudad.
- Nicolás Carreño, Mauro Carreño, Brayan Carreño y Vianey Rivera, junto a su mascota, ‘Hachi’, promueven equipos de monitoreo.
- Las confecciones, las cachuchas y las banderas son los fuertes de la tienda deportiva de Stella Pabón, otra hincha del Atlético. (Foto: Jaime Del Río / VANGUARDIA)
Independiente de la posición en la que se encuentre el Atlético Bucaramanga, esté o no entre los ocho clasificados, y más allá de que el partido de fútbol sea flojo, los miembros de las barras no paran de saltar ni de gritar. La cuestión no es del juego solamente, sino de apoyar al club, pese a la adversidad o al desempeño.
Dicho de otra forma: la cuestión es de ‘aguante’. Pues bien, los miembros de ‘Aguante La Barra’, el proyecto de barrismo social que se cumple en la Ciudad Bonita, aprovecharon que el Atlético jugó su partido con el Once Caldas el sábado pasado, y pasaron de la tribuna al ‘estadio’ de sus propios emprendimientos.
En la Plaza Cívica Luis Carlos Galán, todos ellos demostraron que, además de ser hinchas del Atlético, promueven nuevas prácticas de compromiso social y de emprendimiento, con las que están sacando adelante a sus familias.
Muchos de ellos ya tienen tiendas y stands deportivos, los cuales enarbolan los colores del equipo canario. Y desde esos puntos, habilitados en la Plaza Cívica, ofrecieron camisetas, manillas, gorras, banderas y hasta vuvuzelas.
Con estas actividades han generado empleos directos a través de la confección y la distribución de uniformes y accesorios alusivos al equipo local.

Esta interesante apuesta social también está enfocada desde la cultura y del arte y, sobre todo, tiene sus bases sólidas en la tolerancia y la convivencia entre las principales barras de fútbol que tienen influencia en los diferentes barrios de la ciudad.
También se destacan, en medio del amor por el deporte, iniciativas que tienen como objetivo la producción de abono orgánico de alta calidad por medio de los residuos que generan las plazas de mercado de Bucaramanga. Esta estrategia contribuye con el cuidado del medio ambiente.
El caso piloto de compostaje con residuos orgánicos de la Plaza Kennedy también ha contribuido a la siembra de huertas urbanas y, de igual forma, ha liderado temas relacionados con el reciclaje.
“Me gustaría multiplicar este proyecto que estamos haciendo acá, con mis parches y con los diferentes miembros de la barra, para poder compartir un mensaje de aguante que genere una cultura ambiental, que es lo que nos falta a todos los ciudadanos”, señaló Andrés Briceño, integrante del proyecto ‘Aguante La Barra’.
Para Selena Uribe, coordinadora de esta iniciativa de la Alcaldía de Bucaramanga, “esta es un programa valioso, no solo por el emprendimiento, sino también por la tolerancia. Las barras bravas, de manera desafortunada, son vistas como un estigma social, pero pocos se detienen a analizar la realidad social en la que vive inmersa esta población y mucho menos se detienen a tratar de dar solución”.
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Periodista de Vanguardia desde 1989. Egresado de la Universidad Autónoma de Bucaramanga y especialista en Gerencia de La Comunicación Organizacional de la Universidad Pontificia Bolivariana. Miembro del equipo de Área Metropolitana y encargado de la página Espiritualidad. Ganador del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar.
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