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Bucaramanga
Jueves 27 de octubre de 2022 - 12:00 PM

Bucaramanga: El drama de perderlo todo por el hundimiento de 14 casas

Catorce familias fueron evacuadas de manera preventiva por las autoridades. La comunidad pide la construcción de una pantalla para evitar la caída de las viviendas. Gestión del Riesgo responde que esperan estudio técnico para tomar decisiones.

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Jaime Del Río / VANGUARDIA
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Cincuenta habitantes de Miramanga, sector 3, fueron evacuados de manera preventiva el pasado 3 de octubre ante el riesgo de colapso de 14 viviendas. Ante las condiciones climáticas, más habitantes de este asentamiento humano, ubicado en la Comuna 14 de Bucaramanga, están en vilo.

La calle frente a las viviendas está llena de barro, antes era un cementado en el que jugaban niñas y niños de la zona. El terreno se hunde y se ven los rastros de las bases de las casas, especialmente de tres viviendas en medio del barrio. Las paredes de las casas tienen grietas amplias y algunas placas fracturadas por los movimientos de tierra.

Mónica Andrea Medina vive hace seis años en esta zona, ella cuenta, con cierto tono de impotencia, que ha tenido que salir de la vivienda que con tanto esmero construyó junto a su familia. “Esas casas las hemos construido con el sudor de nuestra frente. Sólo recibimos un plástico”, dice ella, sobre las lonas entregadas por parte de las autoridades de riesgo para evitar que las lluvias se filtren y aumenten las posibilidades del colapso.

Ante esta situación, la comunidad pide la construcción de un muro de contención o pantalla que sostenga el terreno, similar a las que se encuentran metros abajo en la entrada al sector de Buenos Aires, en el costado de la vía.

Habla la autoridad

Luis Ernesto Ortega Martínez, coordinador de la Unidad de Gestión del Riesgo en Bucaramanga, señala que para esta decisión es necesario contar con el resultado de un estudio técnico que se adelanta en la zona.

“Esperamos los resultados del estudio de Amenaza de Vulnerabilidad y Riesgo, luego de eso se podrá actuar”, dice el funcionario. Estos resultados permitirán saber qué acciones adelantarán las autoridades. Una de las posibilidades es la demolición de las viviendas ya afectadas.

Ortega Martínez advierte que una de las razones para el incremento del riesgo fue el ingreso de maquinaria amarilla, por parte de la comunidad, en la zona alta del barrio. “El peso de la maquinaria sumado a las lluvias acelera el riesgo no solo para las viviendas ya afectadas, sino para familias de la zona baja”, dijo.

Las autoridades municipales dispusieron del ágora de Buenavista, ubicada a dos kilómetros de la zona, para albergar a los damnificados. Sin embargo, los habitantes decidieron buscar otras alternativas. “Muchos vecinos se fueron para donde familiares o amigos”, apunta Orlando de Jesús Castañeda, de 55 años, quien vive metros arriba de las viviendas afectadas.

“Empezó a hundirse el piso, vimos las grietas. Ya no podíamos vivir aquí”, dice Mónica, quien tuvo que salir de la ciudad hacia la finca de sus padres mientras se define lo que ocurrirá con el sector.

Por el momento, solo permanece una familia, de siete integrantes, en el sector, pese a las advertencias de Gestión del Riesgo. “Desde el 3 de octubre recibimos el llamado y procedimos a la evacuación de todas las viviendas afectadas. Bajo su propio consentimiento se mantiene una familia en el sector”, dijo, a Vanguardia, Ortega Martínez.

Otros afectados

Las fuertes lluvias en los últimos días han incrementado el riesgo para más familias del sector bajo, contiguo a la vía Bucaramanga-Cúcuta. Allí viven otras 50 personas y funcionan algunos estaderos y depósitos de materiales. Esta zona se encuentra cien metros abajo del Centro de Salud de Morrorrico.

Con zozobra, así vive desde hace unos días Yazmín Portillo Moreno, una bumanguesa (44 años) que vive en la zona junto a la carretera. Ella manifiesta que el riesgo es inminente y se incrementó hace cuatro días.

“No se trata solo de la loma, el miedo es que nos caiga encima alguna de las casas”, dice Yazmín mientras señala la parte superior del sector.

La misma sensación de angustia aqueja a Orlando de Jesús Castañeda, de 55 años. Él vive hace seis años en la zona, llegó con la ilusión de tener su casa y disfrutar de la vista panorámica de la ciudad. “En las noches me levanto dos y tres veces para ver si está lloviendo”, cuenta. Su casa tiene tres pisos y está en la zona alta del sector. Con pico en mano, Castañeda remueve algo de barro que hay frente a su vivienda. “Esta parte estaba pavimentado todo hasta abajo”, dice mientras señala la vía de sus vecinos. “Mira ahora cómo está. Si sigue lloviendo esta vaina se va para abajo porque aquí hay una grietas”, añade Castañeda apuntando a las viviendas resquebrajadas de sus vecinos.

El coordinador de Riesgo, Ortega Martínez, señala, con preocupación, que las lluvias previstas durante este fin de semana complicaría la situación.

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Publicado por Luis Alvaro Rodriguez Barrera

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