El artefacto se diseñó especialmente para personas con problemas de visión y en avanzada edad. Dicho dispositivo también ofrece herramientas como un medidor de temperatura automático.
Para la mayoría de nosotros es fácil calcular, más o menos, la distancia física que se debe mantener como medida de bio seguridad para prevenir la COVID - 19. Pero no es igual de sencillo para quienes ya se encuentran en avanzada edad, y es más difícil aún para aquellos que sufren problemas de visión.
Con esta idea en mente un grupo compuesto por tres emprendedores, dos bumanguesas y un español, desarrollaron un dispositivo portátil y autónomo que detecta la presencia humana y que alerta cuando alguien se aproxima al portador.
Desde hace más de medio año sus creadores comenzaron a diseñar este prototipo, y en la actualidad buscan apoyo para hacer su fabricación masiva.
Dayane Galvis es una de las bumanguesas que contribuyó a crear ‘2VIBBES’, como se denominó a este liviano artefacto que se usa como un collar o una pulsera.
La joven relató que desde que inició el confinamiento “comenzamos a trabajar con mi sobrina, que es bio ingeniera. La principal diferencia de ‘2VIBBES’ es que no necesita conectarse con otro dispositivo, es completamente seguro y no es invasivo.
“Tiene una batería recargable que funciona durante más de 12 horas continuas, y se puede activar o desactivar en el momento deseado para ahorrar energía”, agregó Galvis.
Esta herramienta tiene un tamaño cercano a los cuatro centímetros, y cuando alguien se acerca a dos metros de distancia comienza a vibrar y a emitir luces, de modo tal que aquella persona que se aproxima también recibe la alerta de distanciamiento.
Otra característica para destacar es que, de acuerdo con los estudios y pruebas realizadas, el aparato es seguro para el corazón y no representa riesgos para la salud humana, conforme con lo indicado.
El dispositivo también cuenta con un medidor de temperatura integrado, que funciona de forma permanente y que igualmente genera una advertencia cuando se sobrepasan los 37,5 grados corporales.
“Varias empresas ya nos han preguntado sobre el presupuesto para la producción masiva, pero no contamos con recursos, aún seguimos buscando y gestionando ayudas. Estamos participando en una campaña de Kickstarter en Estados Unidos para ver si logramos reunir fondos”, indicó esta emprendedora bumanguesa.