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area metropolitana/bucaramanga
Viernes 11 de diciembre de 2020 - 12:00 PM

Buscan prohibir la pirotécnica en el área para proteger a los animales

El Observatorio Contra el Maltrato Animal, Ocma, interpuso una acción de tutela contra la Gobernación de Santander y las alcaldías de Bucaramanga, Floridablanca, Girón y Piedecuesta, para que de acuerdo con sus competencias prohíban la quema de pólvora con ruido en eventos privados o públicos financiados por el Estado.

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La explosión de pólvora puede llegar a los 200 decibeles. Los perros y gatos soportan 80, mientras que las zarigüeyas y aves resisten hasta 100. (Foto: Jaime del Río / VANGUARDIA)
La explosión de pólvora puede llegar a los 200 decibeles. Los perros y gatos soportan 80, mientras que las zarigüeyas y aves resisten hasta 100. (Foto: Jaime del Río / VANGUARDIA)

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La explosión de pólvora puede llegar a los 200 decibeles. Los perros y gatos soportan 80, mientras que las zarigüeyas y aves resisten hasta 100. (Foto: Jaime del Río / VANGUARDIA)

La ‘pelea’ jurídica que se da, por iniciativa de la Escuela de Derecho y Ciencia Política y el Consultorio Jurídico y Centro de Conciliación de la Universidad Industrial de Santander, busca defender y brindar protección a la fauna silvestre y doméstica, en medio de estas celebraciones decembrinas. No obstante, va acompañada de una campaña pedagógica denominada ‘Por los animales, no a la pólvora esta navidad’ y la recolección de firmas a través de la plataforma virtual Change.org.

De acuerdo con los animalistas y expertos en la materia, la utilización de juegos pirotécnicos afecta a animales pequeños, mascotas, animales de producción en las fincas y granjas. Afecta el medio ambiente y al desarrollo de la vida silvestre.

En las aves las consecuencias son catastróficas, que van desde provocar que abandonen sus nidos e incluso sus crías, hasta hacerles perder el sentido de orientación y morir intentando huir. No obstante, muchas poblaciones de pájaros, por ejemplo, pueden disminuir porque se altera el cuidado de sus polluelos y muchos mueran estrellados contra objetos fijos.

Por otra parte, las personas que dependen de un animal de asistencia se ven perjudicados, ya que estos presentan niveles de estrés, miedo, angustia producto de la sensibilidad de sus sistemas receptivos durante estos eventos explosivos. Incluso pueden llegar a huir en medio de un ataque de pánico, perdiéndose y afectando profundamente la vida de los animales y los seres humanos que dependen de ellos, tanto emocional como operativamente.

Miguel Francisco Contreras Landinez, profesor de la Escuela de Derecho y Ciencia Política UIS y coordinador del Observatorio, manifestó que si bien la quema de pólvora es una tradición milenaria y las tradiciones no se pueden suprimir de un día para otro, se busca “generar el debate y conciencia, para buscar otras alternativas a la quema de pólvora. Incentivar el apoyo a otros emprendimientos que propongan acciones diferentes. Vamos a dejar desde ya planteado el debate, las pautas, tenemos los argumentos jurídicos suficientes para lograr nuestro objetivo”.

De hecho, a través de las redes sociales, la Escuela brinda información científica que respalde la necesidad de prohibir estos espectáculos en aras de proteger a los animales en el área metropolitana de Bucaramanga.

Lo más preocupante para quienes están liderando el proceso es que no se están respetando las prohibiciones existentes. El uso de la pólvora no está avalado en ninguno de los 87 municipios del territorio santandereano, según lo comunicado por el propio gobernador Mauricio Aguilar Hurtado.

“Vimos que el 1 de diciembre en varias zonas del área metropolitana se hicieron quemas de pólvora prolongadas y eso ocasionó dificultades a muchas personas que se preocupan por los animales. Hubo muchos extraviados, otros fallecidos o con problemas de estrés”, acotó.

Según se pudo establecer para sustentar el proceso legal, el accionante se amparó en las facultades que otorga la Constitución Política, además de la Ley 1774 de 2016 que establece que los animales no son cosas sino seres sintientes como los seres humanos y la Ley 2054 del 2020, que obliga a los municipios a garantizar la protección a los animales en condición de calle en un centro de bienestar animal.

El mismo llamado

Cabe destacar que, durante este año, en las diferentes regiones del país se han fortalecido las campañas para sensibilizar a la población en general sobre las afectaciones por el uso de la pólvora, las cuales van más allá de dejar personas lesionadas por su inadecuada manipulación.

De hecho, la Fiscalía General de la Nación, a través del Grupo Especial para la Lucha Contra el Maltrato Animal, lanzó ‘Ponte en mis Oídos’, una iniciativa que busca la manera de evitar que los animales sean expuestos a miedos, desesperación, estrés y angustias por el alto impacto de la pólvora y en especial los juegos pirotécnicos.

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Publicado por Ingrid Paola Albis Pérez

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