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“Colorín coloretas, este cuento no tiene más letras”: historias en cuarentena
Brahyand Arango y Jefferson Pacheco llevan siete años de formación teatral y a lo largo de sus carreras han ganado experiencia en la lectura de cuentos infantiles.
Ahora que la pandemia encerró a los niños en sus casas buscaron la forma de llevarles sus narraciones por medio de las redes sociales.
Arango es profesor del programa de Educación de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, y director del semillero de investigación ‘Artendiendo’. Pacheco, por su parte, cursa quinto semestre de Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana de la Universidad Industrial de Santander.

A pesar de las clases por dictar y los trabajos a realizar, a veces a contrarreloj, decidieron que era el momento de continuar un proyecto que tenían en construcción: crear un grupo de teatro para hacer creaciones artísticas en conjunto.
El público infantil es uno de sus objetivos. Han trabajado en la lectura de cuentos para niños en el Banco de la República, con la librería infantil Vaivén y Ulibro.

Según Pacheco, la atención de un niño puede durar 10 minutos, por lo que se han valido de diferentes recursos para mantenerlos en sintonía: incluir a los pequeños en las narraciones, hacer preguntas, utilizar tonos de voz y gestos diferentes, personificarse, entre otros.
“Para los niños debe ser más difícil la cuarentena”, dice Arango. Por lo que, aunque la interacción con el público es distinta, empezaron a grabarse leyendo cuentos.

“Al contarlo frente una pantalla se vuelve un poco frío, distante. Sin embargo, es memorable porque nosotros lo hacemos para que los niños puedan sentir esa cercanía aún cuando estamos lejos”, manifiesta Pacheco.
Ambos creen en los cuentos como una manera de estimular en el niño la capacidad de análisis, además de tratar temas importantes en edades tempranas. “En los niños debe estimularse la empatía, el ponerse en los zapatos del otro”, explica Arango.

“La aceptación, el quererse uno mismo y cumplir sus sueños es una decisión”. Según Pacheco, es la moraleja que deja el primer cuento que leyó en redes sociales.
Todos los lunes y jueves hay un nuevo cuento en las redes de ‘El Maldito Impertinente Teatro’, en Instagram: @elmalditoimpertinenteteatro y en Facebook: El Maldito Impertinente Teatro. “La aceptación ha superado nuestras expectativas”, asegura Pacheco, pues uno de los cuentos llegó a 7.000 reproducciones en Facebook y va en crecimiento.
