Durante el fin de semana pasado, Piedecuesta una vez más sufrió las consecuencias de las lluvias. El casco urbano ya superó la emergencia, pero el sector rural se muestra más afectado.
En medio de la zozobra, así viven cientos de familias de Piedecuesta cada vez que escuchan truenos o cuando empiezan a caer las primeras gotas de lluvia.
Y es que en el transcurso del año, ya se han presentado tres emergencias producto de las precipitaciones. La primera, la más fuerte, sucedió el pasado 25 de febrero y provocó pérdidas de vidas; la segunda fue el 7 de marzo y obligó a la evacuación de 20 familias, y la más reciente el fin de semana pasado, que también generó daños en viviendas.
“Ya no podemos dormir tranquilos, porque tenemos miedo de que aparezcan los aguaceros y por eso tenemos que estar muy atentos para salir corriendo en caso de deslizamientos. Nuestro llamado es el de siempre, que se construyan muros de contención que nos protejan y también que exista vigilancia para que la gente no arroje desechos a la quebrada”, indicó Jorge González, residente del Barrio La Castellana, que se vio afectado por las recientes precipitaciones del viernes santo.
En el sector rural, el más afectado, se presentaron inconvenientes en Barro Blanco, Pajonal, Los Llanitos, Meseta Grande y Faltriquera; mientras que en la zona urbana sufrieron las consecuencias de las lluvias los barrios Villanueva, La Castellana, Villa Lina, Campo Verde, Palermo y La Argentina.
La Alcaldía de Piedecuesta, con el apoyo de la Piedecuestana de Servicios, los bomberos y la defensa civil, realizaron recorridos por los lugares afectados y recuperaron el tránsito en el casco urbano.
En el sector rural, que sufrió más fuerte los estragos, debido a que muchas familias quedaron incomunicadas por los deslizamientos de tierra en las vías, además de ver afectaciones en el servicio de agua, aún se adelantan los procesos para solucionar los problemas.
La atención a los afectados
Frente a la atención a los afectados, Giovanny Rondón, director de Gestión de Riesgo de Piedecuesta, indicó que “desde el sábado estamos atendiendo a las familias que más fueron afectadas, porque en el sector rural se dañaron las vías y se perdieron las conexiones del acueducto de la vereda, hay algunas familias que son damnificadas, que están identificadas, son dos las familias que perdieron la casa. En general se hizo entrega de agua potable y de algunas ayudas”.
“La maquinaria ya entró a intervenir en la vía a Las Amarillas y estamos esperando otra maquinaria para Faltriquera, Meseta grande, y el sector de Pajonal, porque no hay paso. Queremos llegar a todos los lugares afectados, estamos haciendo el balance aún, porque hay que caminar bastante y con el tema de la emergencia sanitaria no contamos con todo el personal para distribuirnos de la mejor manera, pero estamos trabajando en eso”, agregó Rondón.
De cara al futuro, donde la preocupación de muchos piedecuestanos tiene que ver con las medidas de seguridad, el director de Gestión de Riesgo del municipio garrotero reconoció que “la solución del casco urbano es realizar obras de canalización, que son muy costosas. Los proyectos están radicados en las entidades de orden nacional y también hay que evacuar a esas familias, que cada vez que hay lluvias intensas se colocan en riesgo. El tema de las veredas, como se han dado cuenta desde inicio de 2020 hemos tenido muchas lluvias, donde toda la parte alta ha sido un problema por los procesos agrícolas que han desatado todos estos deslaves; ya hemos identificado las casas que están en riesgo y hemos tratado de evacuarlas, también tenemos un sistema de alertas con radios”.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, pronostica que las lluvias continuarán hasta mitad de junio, pero los volúmenes más altos se esperan en abril y mayo.
Por esa razón, recomienda, entre otros aspectos, prestar atención a la información y alertas provenientes del Ideam y la Unidad para la Gestión del Riesgo de Desastres, evitar las zonas de riesgo de deslizamientos e inundaciones y asegurar muy bien techos, tejas u objetos que puedan ser arrastrados fácilmente.
