Una reciente demarcación de líneas amarillas tiene inquieta a la comunidad de Cabecera del Llano, en Bucaramanga. Por esta razón, solicitaron una socialización por parte de la Dirección de Tránsito municipal.
Durante los últimos días los habitantes de Cabecera del Llano, en Bucaramanga, se percataron de una nueva demarcación en la carrera 39 entre la calle 42 y el parque Los Sarrapios.
Las líneas amarillas que se observan en la fotografía, poco comunes a la vista de la comunidad, los ha inquietado y por eso exigen una pronta explicación a la Dirección de Tránsito de Bucaramanga, DTB.
“A nosotros no nos han socializado nada. Nos percatamos de la demarcación pero por el momento no sabemos a qué se debe ni cómo vaya a funcionar. Al parecer están haciendo lo de siempre, pruebas piloto y gastar plata para luego decir que fue un error”, dijo Trinidad Flórez Pabón, líder de la Junta de Acción Comunal, JAC, de Cabecera del Llano.
Con la incertidumbre muchos han llegado a pensar que “se trate de otro cambio vial. Es que Tránsito ni siquiera se ha aparecido por acá”, añadió la líder del sector.
Tras el hecho la JAC solicitó una reunión con las autoridades de tránsito, quienes “nos dieron cita para el próximo martes 12 de febrero”.
Igualmente una residente del sector y quien prefirió mantener su anonimato, dijo a Vanguardia.com que se comunicó con el director de la DTB, Germán Torres Prieto, para conocer sobre la nueva señalización. Su respuesta fue “que la medida era para mejorar la movilidad y que íbamos a quedar contentos”.
Sin embargo, agregó la ciudadana, “nadie ha dado una respuesta concreta, por eso no tuvimos más opción que enviar este martes un derecho de petición a la Alcaldía de Bucaramanga. No sabemos si es que van a poner materas, si no podremos entrar a los edificios o quien sabe qué”.
Lo que se sabe de la demarcación
En días pasados esta casa editorial pudo contactarse con Carlos Montaña, subdirector de la DTB, quien manifestó que “la Agencia Nacional de Seguridad Vial y Findeter escogieron unos puntos críticos de la ciudad para ser intervenidos, entre esos la carrera 39 en Cabecera. Nosotros como Dirección de Tránsito nos encargamos de recibir las obras que ellos ejecutan con recursos de ellos”.
También agregó que la nueva demarcación no corresponde a ningún tipo de cambio vial, “simplemente es una obra que busca mejorar la movilidad y reducir la accidentalidad”.
Vanguardia Liberal intentó comunicarse en repetidas ocasiones con el Director de la DTB para conocer de fondo si la nueva medida podría implicar cambios notorios en la movilidad, sin embargo no fue posible obtener una respuesta.
Por su parte la Agencia Nacional de Seguridad Vial, ANSV, explicó a través de un comunicado que se trata de un programa denominado ‘Pequeñas Grandes Obras’, y que tiene como objetivo “disminuir los siniestros viales en las carreteras del país”.
Según la ANSV, con una inversión que supera los 35.000 millones de pesos, se intervienen 292 puntos en 104 municipios del país. Entre esos se encuentra el barrio Cabecera, de Bucaramanga.
Los lugares que se priorizaron, manifestaron, cuentan con 112 zonas escolares “que benefician a 140.000 estudiantes para que transiten por pasos seguros y en un marco de equidad para todos los actores viales”.
Sin embargo, recordó Hilda María Gómez, directora de la ANSV, “el programa comprende diversas medidas”.
De acuerdo con la entidad, se encuentran intervenciones “rápidas de señalización vial; construcción de medidas de tráfico calmado y urbanismo táctico; el suministro e instalación de sistemas de contención vial y actividades de persuasión y socialización con diferentes actores viales”.
Pese a estas explicaciones, el uso de la demarcación en la carrera 39 sigue siendo un completo misterio que por ahora ninguna autoridad ha querido aclarar.
Otras demarcaciones
Esta demarcación en Cabecera se suma a la polémica intervención que se hizo en días pasados en la carrera 24 entre la Avenida Quebradaseca con calle 35, en El Centro de Bucaramanga.
Dicha señalización reduce la movilidad a un solo carril en varias intersecciones viales, lo que genera un mayor grado de congestión, según los conductores.
Además de demarcar el máximo límite de velocidad, 30 km/h, la DTB adecuó reductores, separadores, bolardos e inclusive bermas.
