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“Debajo de la piel, todos somos iguales”: comunidad china que donó mercados
La pandemia del nuevo coronavirus ha golpeado a todos por igual y no distingue a sus víctimas por el color de la piel, ni su nacionalidad.
Esto lo tienen claro los integrantes de la comunidad china que está radicada en Bucaramanga y su área metropolitana, quienes esta semana hicieron una colecta y entregaron 450 mercados en asilos y barrios vulnerables.
Aunque la gran mayoría de ellos no nació acá, los chinos que viven en la ciudad no dudan en afirmar que para ellos Colombia es como una segunda patria, y con estas ayudas querían retribuir y agradecer todo lo que les ha dado el país en estos años.

La colecta y la campaña se hizo entre las familias que trabajan en unos 30 restaurantes chinos de la ciudad, así como con miembros de la colonia que se desempeñan en otras profesiones.
Y aunque tenían el dinero, la voluntad y la disposición para brindar esa mano amiga a quienes más lo necesitan, primero tuvieron que superar varios obstáculos.
Para empezar, muchos de ellos no hablan español. Además, no tenían claro a dónde recurrir, qué barrios eran los más necesitados y cómo era la logística y la organización.
Sólo tenían una cosa clara: querían que las ayudas llegaran a quien realmente lo necesitaban, a barrios donde aún no se habían entregado mercados o ayudas.

En eso fue clave que se aliaran con Julián Díaz Zambrano, un empresario santandereano que por esta época se ha vinculado con el tema social a través de la Red de Ayuda Mutua.
Fue así como esta semana compraron los productos al por mayor y se reunieron unas 20 personas para empacar ellos mismos los mercados y al día siguiente madrugaron a llenar sus vehículos para ir a repartirlos.

El primer barrio fue Altos de Transición, donde las personas los esperaban en fila por las ayudas que de buen corazón les permitiría tener alimento para algunos días y un mensaje que iba dentro de cada bolsa que decía: “Debajo de la piel todos somos iguales, el COVID-19 contagia por igual sin discriminar la nacionalidad... la comunidad china quiere extender sus manos con solidaridad y cariño para levantar un hermano de en la ciudad que compartimos. Sin importar el futuro que nos espera, juntos vamos a superar esta crisis”.

El recorrido continuó por el barrio La Independencia, Regaderos, 12 de Octubre, el Hogar Jesús de Nazaret y una asociación de meseros que se quedaron sin trabajo por la prohibición de eventos.
En cada lugar al que fueron los rostros de las personas que recibían los mercados cambiaba y llenos de alegría los bendecían, algunos intentaban abrazarlos o expresaban su gratitud con mil gracias detrás de sus tapabocas.

Así terminó la jornada de solidaridad de la Unión China Santander que con alegría por servir quieren continuar apoyando a más personas que los necesitan.