Las calles y aceras se han vuelto intransitables y los más afectados son los peatones y los conductores, quienes tienen que realizar todo tipo de maromas para transitar en medio de estos negocios que se han instalado por doquier. Qué está haciendo la Alcaldía para frenar esta situación
Se han adueñado de las aceras y de las vías en general. Sobre ellas no solo se parquean los carros y las motocicletas de los clientes, sino que también se hacen reparaciones, situación que genera que tales tramos vehiculares nunca estén despejados.
Hablamos de los diferentes talleres de mecánica automotriz que, cada día que pasa, ganan más espacio en Bucaramanga, sobre todo en lo sectores populares.
Los dueños de este tipo de establecimientos, de manera inescrupulosa, han optado por prolongar sus negocios más allá de las aceras. Además, sus clientes tienen la poco cívica costumbre de estacionarse sobre las vías a la espera de ser atendidos.
Tales ocupaciones ilícitas se convierten en obstáculos para los pasos de transeúntes y de conductores en general, sin contar que les dan un pésimo aspecto a las zonas en donde operan.
La suciedad que queda con la grasa y demás residuos mecánicos se esparcen a lo largo de todas las cuadras en donde funcionan esos puntos de reparación automotriz. De igual forma, deterioran las baldosas y el pavimento con el aceite que escurren las motos y demás vehículos.
Durante los últimos cinco años los vecinos de estos ilícitos talleres de mecánica han entablado tutelas, acciones populares y otras demandas con tal de devolverles el orden a sus cuadras; sin embargo, el problema en lugar de disminuir se multiplica.
Lo que dice la ley
Según el Plan de Ordenamiento Territorial, POT, los talleres de mecánica no deben ubicarse en zonas residenciales. Sin embargo, durante un recorrido que realizó Vanguardia se pudieron observar varias de estas invasiones en Girardot, Gaitán, El Centro, Campohermoso y San Francisco, por mencionar solo algunos barrios.
Además, el Código de Tránsito, en el papel, contempla sanciones drásticas para quienes invadan vías. Los infractores deberían recibir multas que oscilan entre los $500 mil y los $2 millones; pese a ello, este tipo de normas se queda en ‘letra muerta’.
Además del mal aspecto que dan en los barrios, la proliferación de los talleres de mecánica también se ha convertido en una de las causas de la congestión vehicular.
Tras las constantes denuncias, instauradas por muchos ciudadanos ante la Defensoría del Espacio Público, los inspectores sostienen que siempre se cumplen ‘operaciones de despeje’. Según la Alcaldía, los principales controles se han adelantado sobre la Avenida Quebradaseca y en otras áreas de la Comuna Centro de la capital santandereana.
No obstante, los vecinos de estos sitios afirman que “más se demoran los agentes y los inspectores despejando y sancionando a los infractores que ellos en regresar a usurpar otra vez tales espacios”.
Es preciso liderar campañas cívicas que le apunten a generar conciencia y cultura entre la comunidad, de tal forma que este problema se termine de una vez por todas. ¡Hay que respetar el espacio público!
