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Después de 76 años, el Salesiano de Bucaramanga se convierte en un colegio mixto
- Para un colegio como el Salesiano, que tradicionalmente ha sido de varones, es una auténtica novedad que se permita el ingreso a la formación técnica de mujeres.
El inicio del año lectivo 2021 para el Instituto Tecnológico Salesiano Eloy Valenzuela tiene una particular novedad, más allá de las clases virtuales.
En esta ocasión, después de 76 años de ser un plantel de formación exclusiva para hombres, desde mañana recibirá cuarenta mujeres que comenzarán a recibir la educación técnica en dicho plantel.
Las cuarenta jóvenes estudiantes emprenderán su formación secundaria, en el grado sexto, al lado de 200 hombres que serán preparados en las diversas especialidades que ofrece el Salesiano.
Ese plantel tiene dentro de sus ofertas áreas tales como: Electricidad y Electrónica, Sistemas, Mecánica y Diseño Industrial. Incluso hace poco más de siete años se abrió la especialidad de Música.
Deogracias Veloza, rector del plantel, señaló que la idea de transformar al Salesiano en una institución de enseñanza mixta “se venía pensando desde hace varios años, además la puesta en marcha de esa modalidad está avalada por estudios y responde a una necesidad de la comunidad”.
Agregó que “existirá fidelidad al proyecto educativo de parte de los papás, como de los mismos docentes, quienes desde hace años nos preguntaban por qué seguíamos siendo una institución solo para hombres”.
Dijo que al pasar a ser mixto, se hizo la debida adecuación de la infraestructura del colegio, principalmente en el área de los baños.
También se realizaron los debidos ajustes y las modificaciones en el reglamento interno de convivencia, que será muy estricto, sobre todo cuando se retorne a la educación presencial.
Nuevo modelo
Con el ingreso de las cuarenta nuevas alumnas quedará atrás el antiguo modelo basado en el principio de que “hombres y mujeres aprendían de forma distinta y que tenían diferentes roles sociales”.
Vale recordar que los pilares de esa institución se forjaron en los años 40, tras la labor que impulsó la desaparecida Doña Sofía Camacho Mota. Ella cedió uno de los lotes de su propiedad para liderar allí el catecismo de los niños humildes de la época.
Pero fue solamente hasta septiembre de 1944 cuando el oratorio tomó un rumbo especial. En ese entonces, los Salesianos se establecieron en la capital santandereana.
Con la construcción del templo de María Auxiliadora surgió la idea de abrir una Escuela de Artes y Oficios, la cual les daría paso a talleres de carpintería, sastrería, zapatería, tipografía y mecánica.
La meta consistía en formar jóvenes humildes, para que pudieran salir al mercado laboral como auténticos profesionales.