Si bien las autoridades ambientales confirmaron que algunas zonas de la ciudad bajaron los índices de polución, para el comercio formal el día sin carro y sin moto fue, de manera literal, un viernes negro. Así lo aseguró Fenalco Santander.
Mientras entidades como la Cdmb dieron un parte positivo con el tema de la reducción del material particulado provocado por los automotores, Fenalco, Seccional Santander, recalcó que las ventas también bajaron.
Si es apenas obvio que entre menos automotores, menos contaminación; también es claro que entre menos clientes, menos ventas hay.
“El día sin carro y sin moto es una medida que afecta el comercio de manera importante. En pasadas ediciones se han disminuido las ventas en más del 70 % y hoy no ha sido la excepción”, dijo Alejandro Almeyda Camargo, director ejecutivo de Fenalco.
Él aseguró que “está demostrado que estas estrategias no generan ningún tiempo de resultado en el mediano ni largo plazo, ya que no se reducen los vehículos en las calles; como por ejemplo los meses sin Pico y Placa, donde ya se habían desarrollado más de seis actividades de este tipo”.
“Estas medidas además de ir en contra vía de los empresarios, no cuentan con la debida socialización con la comunidad. El tema es grave, sobre todo en un año tan difícil para la economía y en un mes como el de amor y amistad, donde muchas empresas y personas utilizan el viernes para salir a celebrar el denominado juego del amigo secreto”, añadió.
“También pierden los restaurantes, las tiendas de barrio, las plazas de mercado, las grandes superficies y supermercados, el comercio tradicional, los parqueaderos, las estaciones de servicio, repuestos y centros comerciales”
“Desde Fenalco pensamos que si se socializa y se hacen campañas junto con el comercio formal podría funcionar mejor el tema. Tal vez debería realizarse un esquema logístico para salvaguardar la integridad de los ciclistas generando carriles exclusivos para los mismos y organizar actividades para incentivar los desplazamientos, pues esto realmente es un peligro para el peatón y para los biciusuarios”.
“Además, en este tipo de días, el servicio de Metrolínea debería ser gratis; así no afectaría los bolsillos de quienes con mucho esfuerzo están pagando sus vehículos y que finalmente el sobrecosto de esta jornada lo reataran al consumo de la canasta básica y entretenimiento, entre otros sectores”, puntualizó Almeyda Camargo.
