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Bucaramanga
Sábado 27 de abril de 2019 - 12:00 PM

El barrio José Antonio Galán: Siempre adelante

Hoy estamos en un sector de la Comuna Cinco, al noroccidente de la meseta de Bucaramanga. Más allá de los problemas que afronta este vecindario, debemos destacar que los allí residentes son trabajadores y quieren salir adelante. Acompáñenos a una nueva visita por los barrios de nuestra ciudad

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José Antonio Galán, protagonista de la historia colombiana y líder de la ‘Insurrección Comunera’, tiene en Bucaramanga un barrio que le rinde un sencillo homenaje.

Y es que el bautizo de ese sector, que comenzó como un asentamiento subnormal, permitió que la memoria de dicho prócer se perpetuara.

Según los fundadores, la idea era tener con el nombre un auténtico símbolo de la lucha de un puñado de familias que, durante los años 80, emprendieron la titánica misión de tener un techo digno.

Como si se tratara del Siglo XVIII, a las familias que hoy residen allí les ha correspondido pasar ‘las penas y las maduras’ para sobrevivir.

El dirigente Henry Trillos, miembro de la Junta de Acción Comunal, recordó las duras batallas que han tenido que librar los vecinos del sector, no solo con el Gobierno sino también con la naturaleza.

Citó, por ejemplo, la avalancha de la que fueron víctimas en 2015, tras la cercanía de sus humildes viviendas a los márgenes del Río de Oro.

“Pese a ello, jamás olvidamos el mítico juramento del charaleño José Antonio Galán, quien en el pasado se encomendó a Dios y pronunció la histórica frase: ‘Ni un paso atrás, siempre adelante, y lo que fuere menester...sea”

¡Y así fue!

Casi cuatro décadas después de la fundación del sector, los residentes fueron sacando adelante sus hogares y construyeron un barrio que, si bien afronta varios problemas, está compuesto por familias que trabajan en pro de su bienestar.

Al recorrer este barrio, uno se sorprende al ver la cantidad de tiendas, centros de atención y microempresas que se han creado.

Todas estas iniciativas de negocios, en gran medida, les han permitido a sus promotores y a los empleados combatir la alta desocupación laboral que impera en la Comuna Cinco.

A punta de campañas cívicas y con aportes de los bolsillos de esta gente, se ha ido levantado el José Antonio Galán como si se tratara de la ‘Cuna de la Insurrección’.

Según Henry Trillos, otra cosa que aún ‘reina’, pero de manera negativa en el barrio, es la desidia: “Mejor dicho, así ha transcurrido la vida de nuestro José Antonio Galán: sin obras de la Alcaldía, pero con el tesón del vecindario”.

Por fortuna, desde el primer momento en que se ‘rebelaron’ contra la indiferencia social del gobierno, que se negó a legalizarlos; los habitantes se empeñaron en sacar adelante a sus hogares, enclavados en uno de los costados de Chimitá.

Hoy, cuando la propia comunidad se las ha ingeniado para construir sus redes públicas y sus microempresas; y cuando los padres de familia adecuaron la escuela de sus hijos, así como la parroquia católica, la gente respira tranquila.

No es un barrio que tenga sus servicios resueltos, pero sí es claro que su gente es digna de admiración.

‘BARRIOGRAFÍA’

Nombre: José Antonio Galán.

Ubicación: En inmediaciones de la zona del Parque Industrial de Chimitá, bordeando el Río de Oro.

Estrato: Uno.

Asentamientos vecinos: El Gallineral, Cinco de Enero y Carlos Pizarro.

Comuna a la que pertenece: la Número Cinco, más conocida como ‘García Rovira’.

Fecha de fundación: Data de comienzos de los años 80.

Número de casas: 487.

Organismo cívico: La Junta de Acción Comunal, liderada por el dirigente Erasmo Ramírez.

Parroquia: La Anunciación de la Santísima Virgen María.

Establecimiento educativo: El plantel se denomina José Antonio Galán pero, desde hace algunos años, la institución hace parte de la denominada ‘Sede C’ de Campohermoso.

Principales problemas: Es preciso lograr la legalización de las viviendas; urge la conexión del alcantarillado público a las redes oficiales; se debe ejecutar el arreglo y el mantenimiento de la capa asfáltica; se requieren las mejoras en el servicio de distribución del agua potable; y también es clave la construcción de muros o gaviones que frenen el riesgo de inundación de las casas, tras una eventual avalancha del Río de Oro.

EL BARRIO, A TRAVÉS DEL TIEMPO

El José Antonio Galán nació como un asentamiento subnormal, por allá en la década de los años 80.

Fue impulsado, de manera inicial, por varios areneros que solían trabajar en los caudales del Río de Oro.

El terreno invadido, según escritura pública, pertenecía a la firma ‘Puerta Vanegas y Compañía Limitada’.

Las moradas de los hogares comenzaron a construirse en el sitio en donde hoy existe la Parroquia de la Anunciación de la Santísima Virgen María.

Entre los primeros pobladores están:

Julián Pedraza, Miguel Moreno, Betsabé Delgado, Rosa Hernández, Félix Peinado, Antonio Manjarrés, Dionildo Hernández y Miguel Rodríguez.

El sector no ha sido legalizado a pesar de contar con 487 viviendas. Incluso, en la actualidad, existe un pleito jurídico en el que el señor Darío Puerta reclama la propiedad de esa área.

Los residentes, bajo la tutela de la Junta de Acción Comunal, están interesados en lograr la legalización del sector.

Es más, le han solicitado en varias ocasiones a la Alcaldía de Bucaramanga que las asesore en el tema de la escrituración de sus casas.

VOCES DE LA COMUNIDAD

Henry Trillos: “Soy vicepresidente de la Junta de Acción Comunal y aprovecho la oportunidad para solicitarle al Alcalde obras para nuestro barrio”.

Leidy Jaimes: “Como educadora, se resalta el trabajo pedagógico y de asistencia que lideramos en pro de los niños del barrio José Antonio Galán”.

Luz Mary Garavito: “Vivo hace muchos años en este barrio y destaco el emprendimiento de nuestra gente. Aquí hay muchas microempresas”.

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Publicado por Euclides Kilô Ardila

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