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Bucaramanga
Lunes 08 de junio de 2020 - 12:00 PM

En San Gil, familia pide ayuda para salir de la crisis por el COVID-19

La emergencia sanitaria desatada por el coronavirus ha golpeado más fuerte a unas familias que a otras. En el municipio de San Gil, Waldford Ferreira y su familia esperan que la crisis acabe pronto, pues la situación no ha sido nada fácil.

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“No cuento con ningún apoyo del Gobierno, no tengo ningún subsidio, ni ingreso solidario, ni familias en acción, eso es triste”, relató desesperado Waldford Ferreira, un santandereano de 36 años residente en San Gil, a quien la cuarentena por el COVID-19 le complicó la vida.

El hombre, quien hace dos décadas perdió su pierna derecha por causa de un artefacto explosivo, se desempeñaba como controlador de tráfico en San Gil, trabajo con el que mantenía a su familia, pero con el cambio de administración su contrato finalizó.

“Viendo la situación me puse a trabajar en un paradero que queda entre San Gil y Curití. Ahí los dueños me daban permiso de cuidar los vehículos que llegaban a tomarse un tinto o un helado, pero por la emergencia sanitaria tuvieron que cerrar”, contó.

Sin empleo, él y su esposa, quien es asistente administrativa y tampoco ha podido encontrar un puesto, han tenido que obligarse a pedir ayuda a sus vecinos con tal de que sus tres hijos no pasen hambre.

“Esta situación se me presentó más dura de lo que me imaginé. No tengo ni para comprar un pan, pero por mis hijos me veo en la obligación de acudir a las personas y pedirles alguna ayuda, pues del Gobierno no he recibido nada”, dijo.

Sus tres hijos de 3, 6 y 8 años son el motivo para no desfallecer ante la necesidad.

“La alcaldía de Curití y algunas personas me han regalado algunos mercados, gracias a ellos hemos podido mantenernos. Sin embargo la situación cada vez se complica más. Quisiera encontrar un trabajo y empezar a generar ingresos, porque yo pago arriendo y si tengo para eso y los servicios no hay para nada más”, agregó Waldford.

A la necesidad económica de esta familia, se suma la dificultad para que sus hijos accedan a las clases virtuales, pues no cuentan con las herramientas necesarias para hacerlo.

“Ha sido muy complicado porque solo tenemos un celular para que las dos niñas hagan sus tareas y tenemos que turnarlas. Además no contamos con internet, cuando podemos recargamos $5 mil en datos para toda la semana”, revela.

Por ahora, espera que la fabricación de artesanías en casa, lo ayude a salir adelante.

“Lo importante es generar ingresos para poder subsistir. Mi esposa y yo estamos dispuestos a hacer lo que sea para salir adelante”.

Si quiere colaborarle a Waldford y a su familia o comprarle alguna de sus artesanías puede comunicarse con él en el celular 3203043848.

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Publicado por Redacción Vanguardia

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