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Bucaramanga
Lunes 09 de julio de 2018 - 12:00 PM

Español con María, al estilo tropical

María Alejandra Monsalve Acevedo es la creadora de Español con María, una comunidad de estudiantes de español alrededor del mundo. Sentada en el sillón de su casa no solo les ayuda a practicar el idioma a miles de extranjeros, sino que los acerca a la cultura latinoamericana.

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Esta bumanguesa le enseña español a más de 30 mil extranjeros desde la sala de su casa (Foto: Élver Rodríguez/VANGUARDIA LIBERAL)
Esta bumanguesa le enseña español a más de 30 mil extranjeros desde la sala de su casa (Foto: Élver Rodríguez/VANGUARDIA LIBERAL)

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Esta bumanguesa le enseña español a más de 30 mil extranjeros desde la sala de su casa (Foto: Élver Rodríguez/VANGUARDIA LIBERAL)

Español con María no es solo una plataforma para aprender y practicar español en línea. Para María Alejandra Monsalve, la mente detrás de la idea y “la profe” para miles de exranjeros que se conectan con ella desde cualquier parte del mundo, es una embajada de América Latina en Internet.

No porque al entrar al sitio la mezcla de colores, papayas, piñas, bananos, flores y pájaros indiquen que es así, sino porque lo que busca esta comunicadora social de 25 años es reinvindicar la cultura latinoamericana por medio del español.

Latinizar el español

Dos días después de haber terminado un taller intensivo de Marketing Digital con un experto en el tema, María Alejandra compró en internet el dominio de Español con María y abrió un blog.

El último día de ese taller les dejaron una tarea de esas que nadie pone en práctica: hacer un estudio de mercado digital teniendo en cuenta la oferta y demanda de una palabra que les estuviera dando vueltas en la cabeza, con el fin de mirar qué tanto era buscada y qué podían emprender de acuerdo a eso.

María Alejandra lo hizo. Miró cómo estaban las búsquedas de la palabra español en la web y al darse cuenta de que eran muchas se entusiasmó.

- “Cuando hice la tarea de mirar qué tanto la gente buscaba la palabra español en internet, me encontré con que era mucha. Más allá de gramática y esas cosas, eran búsquedas sobre cosas que a los latinos nos hacen sentir orgullosos, como la comida, la música, la fiesta, las mujeres bonitas, los destinos turísticos, pero todo muy académico. Entonces pensé que si la gente asocia el español con algo divertido por qué no les estamos ofreciendo eso. Aprender español es opcional, lo haces porque quieres, o sea no es un idioma que tengas que hablar porque te acerque a los negocios o porque sea más universal, como el inglés, entonces si la gente estaba tomando esa opción había que hacérsela divertida”, cuenta.

Solo unas horas después de esa búsqueda, y de darle vueltas en su cabeza a la idea, la marca Español con María era suya, al menos en internet. No le contó a nadie, pero al mes ya tenía más de 600 usuarios y un grupo de Whatsapp en el que hablaba con personas de varias partes del mundo utilizando “español tropical”, es decir términos y expresiones colombianas y latinas.

- “Yo no pagué publicidad ni nada. Lo que hacía era buscar grupos de conversación en español y lugares donde la gente entra para practicar el idioma con personas nativas. Yo conversaba con ellos y luego los invitaba a Español con María. Así fueron llegando y así mismo yo fui buscando las formas más interactivas de ayudarles a entender y hablar mejor el idioma”, explica.

Lo duro de emprender

El impulso para Español con María llegó a mediados de 2017 con Apps.co, la iniciativa del MinTic para apoyar emprendimientos digitales. Para aspirar a ser uno de los proyectos elegidos, debía mostrar ventas y hasta el momento el contenido que ella ofrecía era gratuito y no podía empezar a cobrar de un momento a otro.

Entonces creó un cuaderno de ejercicios sobre los pronombres “lo, la y le”, los ofreció en su página y vendió varios. Gracias a eso, a pesar de no llevar mucho tiempo en línea y de competir con empresas más grandes, su proyecto fue uno de los aceptados y empezó un programa de 20 semanas en las que logró potenciar su idea y encontrar el punto de equilibrio que necesitaba, no sin antes pasar por varias pruebas difíciles.

- “Durante las capacitaciones tuve que cambiar de blog a sitio web para mejorar el servicio y empecé a cobrar por contenidos. Más de 200 personas le dieron clic en comprar, pero nadie puedo pagar por problemas con las plataforma de pagos. Hasta ahora no he vuelto a tener esa intención de compra tan alta, pero bueno, sigo trabajando por eso. Emprender es increíble, pero también muy duro, y más en lo digital, porque te juro que en una tienda física no les pasa lo que a mí. Un día se me cae el sistema de seguridad, al otro la plataforma de pagos, al otro me bloquea Google, en fin. Es como si tuviera una tienda física y hoy se me cae la puerta, mañana cierran la vía, pasado mañana se incendia, y te toca a ti resolver, porque esto es un show de una sola persona”, comenta.

Pese a los inconvenientes que han surgido, Español con María sigue creciendo y su creadora asegura que es de lo que más se siente orgullosa en la vida.

- “Una cosa es que tu comercialices algo,tienes que tener talento, claro , la gente te tiene que creer; pero en mi caso, yo me inventé un producto, se lo vendí a gente que no me conoce y me lo compraron. Lograr eso y al mismo tiempo hacer que se democratice el aprendizaje del español, mostrando que no solo se aprende en España, me hace sentir muy agradecida”, menciona.

Español tropical para el mundo

Son las 11 de la mañana y María Alejandra se prepara para una clase de tres horas con Steff, un alumno holandés. Es uno de sus alumnos más antiguos y además de seguir al pie de la letra todos los ejercicios y cursos que ella monta en la plataforma, una vez a la semana pide una clase por videollamada para practicar su conversación.

“¿Me prestas un minutico?”, le dice Steff. El sonido no está muy bien y él está haciendo lo posible por conectarse. María se ríe de la expresión de su alumno, quien ya se ha convertido en un amigo.

Dice que se siente orgullosa de lograr que el español tropical, ese que nace desde la alegría y las costumbres latinas, que permite expresiones como la que acaba de decir Steff, llegue hasta los lugares menos imaginados.

El computador de Steff no funciona bien y entonces se conectan por el celular.

“Hace un pinche calor aquí, ¡no te imaginas!”, la saluda el holandés y María no puede contener la carcajada. Asegura que esa palabra no se la enseñó ella pero que es genial oírla de su voz. Hablan sobre el fin de semana que pasó y sobre las cosas que hicieron durante los días que no hablaron. María corrige las expresiones o palabras que Steff no acierta y él las rectifica inmediatamente.

Después de un rato de charla empieza la clase en forma. Steff debe escuchar con atención la canción “La Rebelión”, de Joe Arroyo, porque al finalizar habrá preguntas. María le cuenta quién es el cantante y lo que significa para los colombianos y los latinos, le hace las preguntas y luego continúa con la clase.

Sin intención de hacer las veces de lingüista o profesora de lenguaje, María intenta que sus contenidos sean muy profesionales pero a la vez muy divertidos. Intenta que aprender y practicar español no se convierta en algo demasiado académico y aburrido, sino que invite a sus usuarios a tener ganas de conocer cada rincón de Colombia y Latinoamérica.

Por eso, desde su casa, a cualquier hora del día o de la madrugada, arreglada o en pijama, María reúne a miles de personas en torno a la música, las películas, los libros, los chistes, las noticias y la historia que hacen del español latino una fiesta.

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Publicado por Irina Yusseff Mujica

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