Trabajos de infraestructura que se adelantaron para dar solución a problemas de movilidad se convirtieron en obstáculos para conductores en Bucaramanga y el área. Vanguardia le muestra algunos de ellos.
En diciembre pasado, la Agencia Nacional de Seguridad Vial, ANSV, instaló un resaltó en cercanías a la Estación de Servicio Transpiedecuesta, en la vía que comunica a Piedecuesta con los Curos.
La entidad argumentó que la estructura había sido construida para mejorar las condiciones de seguridad en la vía y facilitar la entrada y salida de vehículos de un sector residencial aledaño al resalto. No obstante, lo que generó esta obra fueron trancones monumentales.
Luego de peticiones del Alcalde de Piedecuesta y el llamado reiterado de la comunidad a la ANSV, que no obtuvieron respuesta, el pasado jueves la comunidad lo demolió por cuenta propia.
Los obstáculos en Bucaramanga
Habitantes de la Ciudadela Real de Minas denunciaron que a lo largo de todo este sector residencial y estudiantil fueron instalados reductores de velocidad para permitir el paso de peatones.
Sin embargo, en algunos puntos como las calles 56 y 61, la Avenida Búcaros y la Calle Real se construyeron resaltos tipo pompeyano que resultaron, según la comunidad, “peor remedio que la misma enfermedad”.
Conductores aseguraron que las estructuras tienen una altura exagerada y los automotores más bajos sufren daños. También, algunos vehículos padrones de Metrolínea se han quedado atascados al intentar cruzar.
La congestión vehicular, sobre todo en horas ‘pico’, es insoportable y recorridos que se realizarían en cerca de cinco minutos se extienden hasta a media hora. Para citar un ejemplo de la extensión del trancón, la punta del ‘taco’ llega hasta el Centro Comercial Acrópolis y en ocasiones ‘la cola’ llega hasta el Intercambiador del barrio Mutis.
Además, por falta de señalización, en estos resaltos se han registrado varios accidentes de motociclistas, que no se percatan de los obstáculos.
Otra de las obras considerada como ‘obsoleta’ se ubica en la carrera 24 entre calles 33 y 34 y 35. Allí, desde 2019, se instalaron hitos viales y taches para frenar la accidentalidad en los llamados ‘cruces de la muerte’. Con estos elementos se redujo el paso a un carril tanto en la carrera como las calles en mención.
Paradójicamente, los reductores no le pusieron freno a las colisiones entre vehículos.
En 2022, desde el Concejo de Bucaramanga se gestionaron los recursos para la instalación de semáforos en la carrera 24 con calle 33, carrera 24 con calle 34, carrera 24 con calle 35, carrera 28 con calle 41, carrera 28 con calle 42, carrera 22 con calle 55 y Avenida Quebradaseca con carrera 24.
Los dispositivos se pusieron en funcionamiento el 22 de diciembre de 2022, no obstante, a la Dirección de Tránsito de Bucaramanga se le escapó un detalle, retirar los hitos viales y taches.
Esta situación generó que los vehículos tengan un solo carril para avanzar y cuando la luz del semáforo se pone en rojo se forman largos trancones sobre la carrera 24.
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Autoridades opinan
Frente el tema específico de los reductores de la carrera 24, el concejal de Bucaramanga, Cristian Reyes, manifestó que “en cuanto entraron en funcionamiento los semáforos se solicitó a la Dirección de Tránsito de Bucaramanga el retiro de los taches y delineadores tubulares. Ellos pidieron autorización a la Agencia Nacional de Seguridad Vial y por ello se retiraron los ubicados en las calles 33, 34 y 35”.
Sin embargo, Reyes Aguilar aclaró que “por recomendación de la ANSV, los reductores de la carrera 24 no se retirarán porque estos permiten que la población en condición de discapacidad o madres que transportan a sus bebés en coches no se tengan que bajar a la vía porque los andenes son angostos y están llenos de postes de energía eléctrica”.
A su turno, Yuber Castillo, jefe de Señalización Vial de la Dirección de Tránsito de Bucaramanga, agregó que “los dispositivos ubicados sobre la carrera 24 son necesarios porque ayudan a alinear el perfil vial”, es decir, facilitan que los vehículos no se estrellen porque en varios tramos esta vía pasa de dos carriles a uno más angosto.
El funcionario afirmó que “esperamos que próximamente la Secretaría de Infraestructura adelante trabajos para recuperar los andenes, o soterrar los postes para poder retirar los dispositivos que permanecen en el corredor vial”.
Por su parte, el concejal Jaime Andrés Beltrán, indicó que la falta de planeación frente a los temas de infraestructura vial y para los peatones hace que la Administración haya tomado decisiones de manera improvisada, porque las soluciones se han vuelto problemas para la ciudad y para el desarrollo de la ciudad”.
Beltrán Martínez añadió que “lo que preocupa es que muchos de estos temas se terminan convirtiendo en daños fiscales porque para el siguiente mandatario es importante levantar estas obras y crear un plan articulado pensado en toda la ciudad”.
