Pese a que no hay licencia de demolición, la sede ya fue evacuada e iniciaron los trabajos para remover techos y ventanas.
Cerca de 500 estudiantes de primaria y bachillerato del colegio Camacho Carreño iniciarán el año lectivo en la sede B de esta institución. ¿La razón? La sede principal está sin techo, ni ventanas, a punto de ser demolida.
En esta sede se levantará una edificación de tres pisos, que hacen parte de las aulas de la jornada única, proyecto promovido por el Fondo de Financiamiento de Infraestructura Educativa del Ministerio de Educación.
Aunque la licencia de demolición se tenía prevista desde abril del año anterior, todavía no está lista. Por ello, de acuerdo con Ana Leonor Rueda, secretaria de Educación de Bucaramanga, se decidió hacer el aprovechamiento de los techos y ventanas.
Es decir, los trabajadores remueven las tejas, y rejas de las ventanas que todavía tienen vida útil, para que puedan ser usadas en otras instituciones.
“Finalizamos los estudios de tránsito y estamos realizando trámites. Es importante aclararle a la comunidad que ya estamos en ese proceso y la construcción va a iniciar antes de finalizar esta vigencia”, aclaró la funcionaria.
La reubicación se definió después de examinar varias posibilidades del inmueble. “Las opciones no contemplaban las condiciones necesarias por distancia para los jóvenes o capacidad para todo los alumnos”, indicó Juan de Dios Ortega, rector de esta tradicional institución del barrio Alfonso López en Bucaramanga.
Así las cosas, se determinó adecuar la sede B, ubicada en la calle 35 con carrera 6, mientras se ejecutan las obras en la sede principal.
“Para no desplazar a los jóvenes a otras instituciones, hicimos cálculos y en esta sede tenemos cupo para 500 alumnos”, afirmó Juan de Dios Ortega.
Para que los alumnos se encuentren en óptimas condiciones, en la sede se van a realizar trabajos de adecuación.
De hecho, Juan de Dios afirmó que este martes se publicó la convocatoria para el proceso de contratación de las obras pendientes.
Los estudiantes iniciarán en el cronograma como todos los estudiantes de colegios oficiales, el próximo 21 de enero.
“Se va a intervenir por partes para no interrumpir la normalidad académica. Por ejemplo, mientras se arregle la cancha del primer piso, los estudiantes no va a tener acceso a esa zona, y luego se va a cerrar la cafetería del tercer piso y así por áreas”, destacó el rector.
Las nuevas aulas
Esta reconstrucción forma parte de las seis instituciones en Bucaramanga que reciben recursos del Ministerio de Educación, a través del Fondo de Financiamiento de Infraestructura Educativa. Esta institución contará con 31 aulas, laboratorios, biblioteca, baños, módulo de primaria, administración y zona de deportes, entre otros.