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Bucaramanga
Viernes 12 de agosto de 2022 - 12:00 PM

Falleció Rafael Villabona Castillo, gran defensor de la naturaleza

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Rafael Villabona Castillo era considerado como la ‘biblia de los árboles’. No en vano fue, durante muchos años, el escritor, el asesor ecológico y el gran experto de la página ‘Ola Verde’ de Vanguardia.

Y más allá de su amor por la naturaleza, damos fe de que vivió con la sencillez del sembrador y cosechó los frutos de los valores del respeto, la solidaridad, la decencia y la honestidad que él siempre cultivó.

Estas son unas breves palabras que, a manera de homenaje póstumo, le hacemos a este reconocido ingeniero forestal, quien se la pasó abonando la poesía enigmática de la ecología. Él murió el pasado jueves víctima de un paro cardiorespiratorio. Tenía 72 años.

La ciudad le debe mucho al ingeniero Villabona Castillo. Por ejemplo, él fue quien sembró en 1985 todos los árboles que hay desde el sector de la Puerta del Sol hasta Floridablanca, en una época en donde el gris del cemento ‘devoraba’ el poco verde que le quedaba a esta autopista.

Aunque nació en Bogotá el 7 de febrero de 1950, pasó casi toda su vida en la capital santandereana y aprendió a verla como la tierra de sus ojos; es más, sus padres eran de Guaca.

Estudió Ingeniería Industrial en la Universidad Distrital y era especialista en ingeniería ambiental y en derecho del medio ambiente.

‘Rafa’, como le decían sus amigos, le dedicó toda su capacidad laboral a Santander. Sus ‘pinitos’ como ingeniero forestal los sembró en el desaparecido Inderena, en las regionales de Barrancabermeja y Bucaramanga, en donde laboró durante 4 años.

Después llegó a la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, CDMB, en donde pasó más de 30 años de su vida ocupándose de la reforestación, la conservación de cuencas y el mane jo de las laderas.

Gracias a su valiosa experiencia, Villabona Castillo fue durante 10 años seguidos catedrático de la Escuela de Biología de la Universidad Industrial de Santander, UIS, en donde formó con sus enseñanzas a centenares de profesionales. Siempre fue un apasionado por la investigación y hasta sus últimos días dictó clases; de hecho actualmente ejercía como maestro en las Unidades Tecnológicas de Santander en las carreras ambientales.

A finales de los años 80, él fue quien hizo posible que los árboles ‘cruzaran la calle’. Se trató de una interesante brigada ecológica que permitió por primera vez en Bucaramanga y en Colombia el transplante temporal de árboles.

Era la época en la que pensaban construir un puente peatonal sobre la carrera 27 y él, antes que permitir el sacrificio de los árboles del separador de la vía, prefirió comandar el verde ‘trasteo’.

De sus escritos en Vanguardia, fue muy reconocida su particular ‘radiografía’ de los árboles, la cual cautivó durante años los mejores comentarios. Y es que conoció palmo a palmo las especies santandereanas, las que cuidó con sus siembras y con las que reforestó la tierra que hoy pisamos.

Conformó un bello hogar con Martha Cecilia Nuncira Parra, con quien tuvo dos hijos: Rafael José y Daniel Fernando, a quienes les enviamos nuestras más sentidas voces de condolencia.

Podríamos decir que ‘Rafa’ fue un ingeniero forestal ‘bien plantado’, no solo porque se dedicó a cuidar los obeliscos verdes que el Creador nos regaló, sino porque fue el gran defensor de la naturaleza. Su sepelio se cumplió ayer. Paz en su tumba.

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Publicado por Euclides Kilô Ardila

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