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Bucaramanga
Lunes 04 de marzo de 2019 - 12:00 PM

Instalan reductores en la carrera 24 de Bucaramanga para frenar accidentes y van seis siniestros viales

No cesa el malestar ciudadano por la instalación de reductores de velocidad en diferentes vías de la capital santandereana.

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La accidentalidad sigue ‘a la orden del día’ en este punto céntrico de la ciudad. Lo curioso es que, para frenar estos siniestros, la Dirección de Tránsito había instalado reductores de velocidad que, a la postre, no han sido ni prácticos ni efectivos. Foto suministrada / José Velásquez / VANGUARDIA LIBERAL
La accidentalidad sigue ‘a la orden del día’ en este punto céntrico de la ciudad. Lo curioso es que, para frenar estos siniestros, la Dirección de Tránsito había instalado reductores de velocidad que, a la postre, no han sido ni prácticos ni efectivos. Foto suministrada / José Velásquez / VANGUARDIA LIBERAL

La accidentalidad sigue ‘a la orden del día’ en este punto céntrico de la ciudad. Lo curioso es que, para frenar estos siniestros, la Dirección de Tránsito había instalado reductores de velocidad que, a la postre, no han sido ni prácticos ni efectivos. Foto suministrada / José Velásquez / VANGUARDIA LIBERAL

Es paradójico: Instalaron reductores de velocidad para frenar la accidentalidad en la carrera 24, entre las calles 33 y 34, y ya han ocurrido seis siniestros viales en menos de dos semanas.

Hablamos de la nueva señalización que adecuó la Dirección de Tránsito en ese tramo y en otros puntos estratégicos de la capital santandereana.

Como se recordará en cerca de diez puntos estratégicos de Bucaramanga, entre ellos el de la carrera 24, la Dirección de Tránsito instaló los controvertidos reductores, los cuales vienen acompañados de hitos y estoperoles.

Los reductores ya fueron adecuados en sitios tales como: la carrera 30, entre calles 14 y 18; en el barrio Antonia Santos, en la carrera 24, entre la Avenida Quebrada Seca y la calle 36; y en los sectores de Cabecera, La Aurora y San Alonso, entre otros.

A juicio de la Dirección de Tránsito, “estas son algunas de las herramientas preventivas con las que se busca ponerles freno a los tramos de alta concentración de accidentes”.

Siguen los percances

La ciudadanía y en general los conductores no salen de su asombro. ¡No es para menos! La instalación de estos famosos resaltos, que en el papel se adoptaron para reducir la siniestralidad, al parecer no han surtido efecto.

Además, la nueva señalización ha generado nuevos focos de congestión en las citadas vías, al punto que han convertido las esquinas de esos sitios en verdaderos ‘cuellos de botella’.

De igual forma, los detractores de la medida han denunciado que las polémicas demarcaciones han servido para que tanto las ventas ambulantes como las motocicletas se parqueen de manera ilegal sobre estas áreas.

El tema es tan neurálgico que incluso los voceros de los motociclistas le instauraron un derecho de petición a Tránsito para que elimine estos reductores y le devuelva la prelación vial a la carrera 24.

Tránsito se defiende

Germán Torres Prieto, director de Tránsito Municipal, respondió que la demarcación vial se hizo luego de estudiar y aprobar un proyecto postulado por la entidad que él dirige y por la Agencia Nacional de Seguridad Vial y con el apoyo de la Financiera de Desarrollo Territorial, Findeter.

Pese a los siniestros ocurridos durante los últimos días, él recalcó que “la idea es disminuir el riesgo en los puntos más críticos de accidentalidad y, de manera efectiva la siniestralidad sí ha bajado”.

“Las obras ejecutadas en esos tramos y en las áreas de influencia buscan brindarles un espacio de visibilidad a los conductores que transitan por las calles 33, 34 y 35”, añadió.

A su juicio, “las esquinas de esas intersecciones son muy cerradas y les dejan un campo visual limitado a los conductores, debido a las construcciones existentes y a algunos postes de luz ubicados en tales esquinas”.

“De hecho quienes venían por las calles, en especial sobre la calle 33, debían ingresar a la carrera 24 para observar si podían cruzar, exponiéndose a un mayor riesgo de choque con los vehículos que transitan por la carrera y tienen la prelación”, agregó el funcionario.

“Otro de los objetivos de las intervenciones, realizadas por la Agencia Nacional de Seguridad Vial en la carrera 24, es unificar el ancho de la calzada, pues debido a las variaciones que presenta esa vía algunos de sus tramos cuentan con dos carriles, y de repente el ancho se reduce abruptamente a un carril, generando riesgo vial”, puntualizó.

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Publicado por Euclides Kilô Ardila

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