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Bucaramanga
Jueves 17 de septiembre de 2020 - 12:00 PM

La familia santandereana que volvió a nacer, tras superar al Coronavirus

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Ellos son algunos de los integrantes de la familia Vásquez Alba. Con aplausos, regalos y flores, todos ellos fueron felicitados después de superar la COVID-19. (Foto: Jaime Del Río / VANGUARDIA)
Ellos son algunos de los integrantes de la familia Vásquez Alba. Con aplausos, regalos y flores, todos ellos fueron felicitados después de superar la COVID-19. (Foto: Jaime Del Río / VANGUARDIA)

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Ellos son algunos de los integrantes de la familia Vásquez Alba. Con aplausos, regalos y flores, todos ellos fueron felicitados después de superar la COVID-19. (Foto: Jaime Del Río / VANGUARDIA)

Lo que más recuerda el santandereano Alido Alexánder Vásquez Corzo de su viacrucis era que, al caer la noche, no quería cerrar los ojos. Pensaba que si se dormía jamás se levantaría de la Cama UCI en la que estaba postrado y que no volvería a ver a su esposa, Pilar Cristina Alba Amaya, ni a sus dos pequeños hijos.

Y aunque el sueño lo venció muchas veces y en algunas ocasiones perdió el conocimiento, hoy da gracias al cielo porque está bien y ya duerme en su propio hogar.

La historia de cómo sobrevivió toda su familia a la COVID-19 es realmente un milagro. Todos se contagiaron: tanto él como su esposa, sus dos hijos, sus suegros y su mamá resultaron positivos en las pruebas que les practicaron.

El primero en necesitar de la respiración asistida fue, de manera precisa, Alido Alexánder. Luego fue su suegra, después su esposa y más tarde su señora madre. Sus dos hijos y el suegro fueron asintomáticos.

La que no resistió la dura situación fue su suegra, una mujer de 69 años, quien falleció debido a otras complicaciones de salud que tenía.

Pese a esa tragedia, justo ayer, la última de su hogar en pasar la prueba de resistencia, su esposa Pilar Cristina, fue dada de alta después de librar una batalla de 59 días en una de las camas UCI de la Clínica FOSCAL Internacional.

“Todos estos meses han sido una verdadera pesadilla en medio de la oscuridad, del sonido de los respiradores y de la angustia. Por fortuna, de la mano de Dios, tuvimos la esperanza y las fuerzas necesarias para ganar la batalla”, dice Alido Alexánder.

Lo propio aseguró su esposa, quien recuerda que el sonido del monitor de los signos vitales de la clínica le retumbaba en el cerebro y que además el bombeo del respirador que llenaba sus pulmones le hacía estremecer todo su cuerpo.

Para todos los miembros de este hogar era igual el día que la noche: “todo el tiempo el miedo vivía apoderado de nosotros”, agrega.

“Me sentía muy triste y mis defensas estaban por el piso. Gracias al Creador, hoy podemos cantar victoria”, reiteró Alido Alexánder.

Él, además de darle la Gloria a Dios, les atribuye tanto a las oraciones como al grupo médico de la FOSCAL el que se hayan podido recuperar de la COVID-19 , y que hoy estén sanos y salvos.

Tras la salida de la última paciente del hogar, sus amigos y familiares la recibieron con regalos, bombas, flores e incluso con carteles que decían: “Juntos vencimos a la COVID”.

Todos los pacientes finalmente abandonaron el centro asistencial; lo hicieron sin poder ocultar la emoción por haber ganado este titánico enfrentamiento con el virus.

Con orgullo y alegría, el personal de salud de la FOSCAL también celebró esta nueva victoria y buena parte de los médicos resaltaron la fortaleza de este hogar.

Los miembros de esta familia desconocen dónde fue exactamente que se contagiaron, aunque siempre han sido muy unidos. De hecho todos viven juntos.

“Somos bendecidos. Mientras el Coronavirus ha devastado a personas en todo el país, nosotros podemos decir: Gloria a Dios, fuimos salvados”, dijo Alido Alexánder.

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Publicado por Euclides Kilô Ardila

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