La iniciativa de la olla comunitaria, una opción para combatir el hambre en Bucaramanga
La crisis social no afecta a todos por igual en Bucaramanga. Según cifras del Dane, en la ciudad 57.018 familias consumen dos comidas diarias, 828 una sola ración al día, y en cerca de 859 hogares sus integrantes no alcanzan a ingerir una comida por día.
En ‘La Gracia de Dios’, un asentamiento rural ubicado en cerca al barrio Los Colorados, al Norte de Bucaramanga, el hambre azota a algunos hogares, y a otros, aunque les permite acceder a alimentos como arroz, granos, plátano y yuca, los recursos no les dan para darse el gusto de tener a diario proteínas como el pollo, la carne o el pescado.
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El pasado domingo, cerca de 40 voluntarios de varias fundaciones de la ciudad gestionaron la consecución de alimentos, ollas, agua potable, transporte y todo el corazón para prepararles un almuerzo digno para cerca de 150 familias.
Desde las 6:00 a.m. estas personas se embarcaron en un recorrido hacia el barrio Los Colorados, se desviaron por una vía destapada por cerca de 15 minutos y se bajaron con ollas, bolsas, costales, platos, vasos y cubiertos para seguir por un camino lodoso y lleno de charcos por cinco minutos para arribar a ‘La Gracia de Dios’.
Al llegar a la comunidad se montó un elaborado fogón con base de piedras, una parrilla soldada en hierro, leña cortada y picada por un adulto mayor de la vereda y brasas para darle fuego a la cocina. Mujeres hombres y niños se dispusieron a lavar, pelar y picar ingredientes para el almuerzo comunitario.
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El plato elegido fue frijolada, que se coció con carne y pezuña de cerdo, hubo arroz blanco, tajadas de patacón frito y de bebida se preparó limonada. Toda la receta fue supervisada por un chef que hace parte del voluntariado.
Las raciones fueron generosas y se distribuyeron en platos de icopor y vasos plásticos entre todos los asistentes a la actividad. Los comedores fueron los pisos de la casa comunal y los más felices fueron los niños, quienes terminaron chupándose los dedos con este manjar. Los comensales tuvieron oportunidad de repetir y en sus propias ollas llevaron otra porción de frijolada hacia sus casas, que posiblemente fue la cena de su domingo.
Entre los líderes de las fundaciones estuvo Jefer González, un joven de 17 años con alma de líder. Desde enero de este año está al frente de ‘El Banquete
del Bronx’, capítulo Bucaramanga, una entidad que brinda alimento a habitantes de calle e integrantes de comunidades vulnerables. El joven afirmó que “a finales o inicio de cada mes organizamos una olla comunitaria para ofrecer una comida rica y nutritiva a personas en situación de vulnerabilidad. Muchas de estas personas no cuentan los recursos para poder alimentarse bien, y esta es una forma de llegar a las personas desamparadas”.
González agregó que esta es una oportunidad de sentarse en la mesa de igual a igual con las comunidades.
“La idea es preparar los platos como si fueran para nosotros mismos, con el mismo amor y dedicación. Como voluntarios comemos de esta misma olla y tenemos la oportunidad de conocer más acerca de cómo viven, de sus necesidades, de sus sueños”.
El joven destacó que “una de las cosas más gratificantes es que dentro de los voluntarios hay niños, hijos de quienes nos colaboran. Hay cerca de seis menores de edad que no fallan a la cita con la ayuda. Invito a que se unan a esta labor jóvenes de mi edad, que se unan jóvenes, adultos, queremos que sean nuestro equipo de los sueños para seguir con esta hermosa labor”.
Además de la comida, a los beneficiados se les brindó servicio de medicina general, psicología, toma de tensión, pequeñas curaciones, también hubo show musical y actividades lúdicas y recreativas para los más pequeños.
Las fundaciones que se unieron para que la actividad se llevara a cabo fueron El Banquete del Bronx, Fundación Bucaramanga Sí Es Social, Fundación Médicos Sin Obstáculos, Fundación IMMA y la Fundación Ya Desayunó.
Desde enero de este año que llegó ‘El Banquete del Bronx’ a Bucaramanga, procedente de Bogotá, se realizaron actividades de olla comunitaria en el parque Centenario, la carrera 14 con avenida Quebrada Seca y una vereda ubicada en el barrio Café Madrid. Asimismo, cada jueves entregan comida a zonas en las que hay presencia de habitantes de calle.
Aunque no se ha definido el sitio, estos voluntarios quieren enfocar su próxima actividad en la celebración de Halloween, en la que quieren que los niños de escasos recursos se diviertan y vivan un día diferente.
Comunicador social - periodista egresado de la Universidad Autónoma de Bucaramanga. Llega a Vanguardia en el 2012 al equipo web, trabajando en temas de movilidad e infraestructura. Ganador del premio departamental de periodismo Luis Enrique Figueroa en la categoría mejor trabajo audiovisual para Internet, en los años 2016 y 2021 y del Premio Silvia Galvis 2021.
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