María Gabriela Flórez, una mujer transgénero de Bucaramanga que se desempeña como auxiliar de enfermería, nos cuenta cómo ha sido su lucha contra la discriminación y la transfobia.
“Desde que tú te empiezas a aceptar, a quererte a ti misma, que te des amor, el resto va a ver eso como una barrera, te van a ver como tan fuerte y concentrada en lo tuyo, que no habrá campo para la discriminación”.
Con estas palabras, María Gabriela Flórez Ávila cuenta cómo ha logrado superar la transfobia y la discriminación de la que ha sido víctima como mujer transgénero en Bucaramanga y su área metropolitana.
El carácter humano y el contacto con las personas es lo que más ama de su profesión. Desde que se desempeña como enfermera, considera que lo más impactante ha sido estar en el principio y el final de la vida. “Al principio, cuando se nace. Al final, cuando tienes que darle la dolorosa despedida”, expresa.
Para ella, el agradecimiento que se ve reflejado en el rostro de cada paciente que cuida y ayuda, es la mejor recompensa de todas, pues es el reconocimiento a la labor bien hecha. Ese trabajo que tanto ama y por el que se sigue preparando cada día para mejorar.
Por otro lado, aunque siempre estuvo en este mundo, María Gabriela nació hace tan solo tres años, cuando el cuerpo que la retenía decidió dejar atrás la vergüenza y el miedo para aceptarla y dejarla en libertad. El resultado de su catarsis es la mujer que siempre quiso ser, esa que cada día ve en el espejo y de la que se siente feliz y orgullosa.
Como la mayoría de los procesos, el suyo no ha sido fácil, pero siempre le agradece a Dios porque su familia nunca la ha dejado sola y la ha apoyado en todo momento. “Mi familia nunca me cohibió, ellos nunca me dijeron que no lo podía hacer, por el contrario, me mostraron su apoyo incondicional, todavía me lo demuestran”, dice.
Su transición empezó a los 19 años y vio la necesidad de recurrir a ayuda psicológica, pues aunque sabía que quería empezar una nueva vida, el fantasma del rechazo y la discriminación la acechaba y le producía temor, pero la respuesta de la profesional la reconfortó: “Si te van a aceptar, te aceptan a los 19, a los 25 o a los 30, ¿cuál es la diferencia de que inicies hoy?”
Fue así como inició ese camino para aceptarse y quererse a sí misma tal y como es. Sin embargo, a pesar de su propia aceptación, asegura que ha recibido todo tipo de comentarios dirigidos a ofenderla y discriminarla.
Frente a esto, María Gabriela dice que busca ser un instrumento de educación, para demostrar que se puede ser diferente, que las personas tienen el derecho de decidir sobre sus vidas y de elegir lo que las hace felices sin lastimar a alguien.
“Por eso en el mundo hay personas como María Gabriela, para enseñarnos en diversidad y para demostrar lo que he logrado hasta el momento. Soy trans, tengo mi carrera profesional, puedo llevar una vida común y corriente como cualquier mujer nacida biológica. No tengo que llegar a la exageración, me puedo comportar y desenvolver en el papel de una mujer autónoma, una líder de una familia, una líder social, una mujer empoderada, la mujer del hoy, la mujer del 2020”, asegura.
Así, aunque es una mujer enamorada de la vida y de su profesión, también sueña, y lo hace en grande. Por ahora su más grande deseo es traer la octava corona de Señorita Colombia a nuestro departamento, y no porque esté buscando que la califiquen por su belleza, sino porque quiere dar un mensaje, no solo a quienes se han sentido como ella, sino a todo el mundo, de que los sueños se pueden hacer realidad.
“Quiero llegar y demostrarlo, decir que estoy ahí, que pasé por momentos difíciles, que se burlaron de mis sueños, pero que lo logré, y que si yo pude, todo el mundo puede”, finaliza.
María Gabriela es una de las 11 protagonistas del especial del Día de la Mujer de Vanguardia: Sin Estereotipos. Conozca más historias y el contenido completo multimedia aquí.
