Ha comenzado diciembre, que es, para muchas personas, no solamente la época más amable del año, sino la temporada más importante...
Bucaramanga
Menor que perdió sus piernas en un incendio pide ayuda en Bucaramanga
- Menor que perdió sus piernas en un incendio pide ayuda en Bucaramanga (Foto: Archivo /VANGUARDIA LIBERAL)
Diego Alexander Mendoza Sánchez, de 16 años, su hermana Mary Stefanny, de seis, y Enel Dayan Osorio Ramírez, de 14, fueron a cumplir con una labor: pasar gasolina de un galón grande a uno pequeño para alistar una motosierra que luego les permitiera cortar leña en la finca donde reside la familia Mendoza Sánchez.
“Ellos miraron que el líquido estaba muy blanco, entonces echaron un poquito de gasolina al piso y le prendieron fuego. Las llamas alcanzaron el galón grande y eso explotó. El fuego y el combustible cubrieron a los tres niños”, contó Alba Janeth Sánchez Ramírez, madre de Diego y Mary.
Minutos después los ojos de Alba Janeth fueron testigos de la tragedia: los tres pequeños estaban quemados y con las pocas fuerzas que tenían pedían auxilio.
Lea también: Ambulancia para animales: la carrera contra el tiempo para salvar vidas en Bucaramanga
En ese momento su esposo, Luis Álvaro Mendoza Vargas, no se encontraba en la parcela donde ocurrió la emergencia, en la vereda La Varita del corregimiento Los Canelos. Pero tiempo más tarde evidenció aquel hecho trágico.
“Mamita no me deje morir” y “quiero agua”, fueron algunas de las últimas frases que dijo la pequeña. Sus padres, desesperados, lograron llevarlos al hospital de Santa Rosa, pero justo cuando iban de camino la niña falleció. “No alcanzó a llegar al centro médico ni siquiera”, recordó su madre con tristeza.
Desde allí, un helicóptero del Ejército trasladó a Diego y a su amiguito Enel Dayan hacia Aguachica. Luego los subieron a una ambulancia y los remitieron al Hospital Universitario de Santander, HUS, de Bucaramanga, lugar donde hasta el día de hoy han recibido la atención médica para recuperarse por completo.
Los dos sobrevivientes sufrieron quemaduras de segundo y tercer grado en el 70% de sus cuerpos.
“De Enel Dayan sabemos que, a pesar de las quemaduras, no perdió ninguna extremidad. Probablemente salga este fin de semana de la clínica y se vaya para Santa Rosa. Mi niño, Diego, salió el viernes del HUS pero no podemos irnos porque no ha finalizado el proceso de recuperación”, contó Alba Janeth.
Le puede interesar: Feminicidio de Los Colorados, en Bucaramanga, era un crimen “anunciado”
Tras las quemaduras a Diego le amputaron sus dos piernas. Su cara y brazos también se vieron afectados. Poco a poco, y gracias a las terapias que le han brindado, ha podido mover su cuerpo. “Él estuvo mucho tiempo vendado y acostado, por eso perdió movilidad. Todavía no se defiende por si solo pero, por lo menos, ya trata de comer con la mano izquierda. La derecha aún no la puede usar”, agregó su madre.
Desde que Alba Janeth llegó a Bucaramanga para acompañar a Diego han tenido que buscar la manera de sobrevivir. Afortunadamente la EPS que lo atiende ha cumplido con las atenciones, incluso con el alojamiento en un albergue situado en Cañaveral, Floridablanca.
Sin embargo, acotó la madre, “hemos tenido que buscar vendas y hasta las cremas que mi hijo necesita por las quemaduras. Nosotros somos una familia muy humilde, vivimos de las labores del campo y realmente no tenemos nada. Con la muerte de la niña sentimos que el mundo se nos acabó en un instante, pero vemos el ánimo y la madurez con la que Diego ha afrontado todo y eso es lo que nos da fuerza para mantenernos de pie”.
Aunque gente de buen corazón le ha tendido la mano a esta familia, aún requieren de más ayudas, por lo menos, hasta que Diego termine las 10 curaciones, 30 terapias y citas con más de seis especialistas que le ordenaron.
Vea también: Detenidos dos adolescentes acusados por el homicidio de otros dos jóvenes en Bucaramanga
“Las cremas que le formularon son Cetaphil y Acuanova. Tenemos algunas pero no sabemos cuánta más vaya a necesitar, al igual que las vendas. En el caso de la alimentación la EPS da las tres comidas diarias, pero nos dijeron que debíamos darle media mañana y media tarde, y para eso no tenemos el dinero suficiente”.
A su vez, esta familia necesita útiles de aseo y apoyos económicos para los gastos en traslados desde el hospital al albergue.
“Sabemos que su recuperación no va a ser rápida y seguramente, más adelante, necesitaremos más apoyo. Los que quieran aportar pueden comunicarse conmigo al 3187439789, o también pueden visitar a Dieguito en el albergue que está en la calle 31 No. 22-215, en Cañaveral. Acá los recibiremos con los brazos abiertos”.