Cuando uno de los Puntos de Lectura instalados en Bucaramanga estaba a punto de fracasar por su desolación, llegó un hombre con una imaginación increíble y cautivó a decenas de niños y adultos, quienes hoy son visitantes infaltables de este lugar donde solo se promueve amor por las letras.
El propósito de promover el lenguaje y el conocimiento, a través de los libros, ha sido clave para que los diferentes puntos de lectura habilitados por la Alcaldía de Bucaramanga y el Instituto Municipal de Cultura y Turismo, en los diferentes sectores de la capital santandereana, permanezcan actualmente llenos de población infantil, juvenil y adulta.
Si bien no ha sido una tarea fácil, porque muchos prefieren estar inmersos en la tecnología o en otros espacios, personas como Bernardo Beltrán Villareal, un bumangués de 59 años de edad, escritor, poeta y administrador del Punto de Lectura localizado en la Avenida Quebradaseca con carrera 15, ha demostrado que todo puede resultar diferente cuando existe amor y compromiso por lo que se hace.
Este hombre, quien ya lleva cinco libros escritos, solo recuerda que cuando en 2018 llegó al citado lugar, este permanecía solo, rara vez llegaba alguien a tomar un ejemplar de la biblioteca. Hoy en día, entre 10 y 25 personas, diariamente, lo visitan.
“Desde febrero me dediqué a desarrollar un programa muy ameno con personas de distintas edades, de manera que se sientan atraídos y queden con ganas de volver a la biblioteca. Lo primero que hice fue llamar la atención, a través de unos pendones que colgué para que todos los que pasaran por el sector los miraran, se detuvieran a leer y se dieran cuenta de que existía un lugar con muchos libros. Lo exhibido son poemas de mi primer libro ‘Poemas para toda la vida’, que ha gustado mucho”, precisó Bernardo.
El trabajo con los niños
Claro está que el espacio más importante o, por lo menos, el que le ha dado un valor agregado, se abre los viernes en la tarde y los sábados toda la mañana. Está dedicado a los niños y adolescentes, a quienes él ha tratado de atrapar” para que su asistencia sea repetitiva en este mágico lugar.
Aquí los niños vienen a aprender. La dinámica con ellos es muy sencilla. Los sábados, llegan, toman un libro y se sientan a leer. Como aquí no hay juegos, yo me inventé unos retos en el que participan incluso los adultos, pero eso lo hacen antes o después de la lectura, depende”, precisó.
El sábado, específicamente, de 10:30 a.m. a 11:00 a.m., los pequeños participantes toman un refrigerio que se obtiene de la colaboración de los comerciantes del sector, quienes han reconocido la labor que Bernardo lleva a cabo, para ocupar el tiempo de los menores. Lo que más llama la atención es que muchos de ellos son extranjeros y otros tantos hijos de personas que trabajan en la zona y a veces no tienen con quién dejarlos mientras cumplen con su jornada laboral.
Quienes después de conocer esta historia, se les haya despertado la curiosidad de llegar a este lugar tenga en cuenta que el Punto de Lectura Quebrada Seca permanece abierto en jornada continua, de lunes a viernes, de 8:00 a.m. a 5:00 p.m.; los sábados el horario es de 8:00 a.m. a 1:00 p.m.
Voces de la comunidad
Daniel Felipe Forero Díaz (16 años):
“Los niños que están en la calle han encontrado una oportunidad para venir y leer, compartir con otras personas. Este lugar aporta mucho a la ciudadanía”.
Guadalupe Quintero (12 años):
“Este lugar es muy bonito. No solo estamos aprendiendo con la lectura, también jugamos y eso hace que el momento sea muy divertido. Todos los días vengo a leer a este Punto”.
Luis Alejandro Forero (56 años):
“Este es un espacio que cuenta realmente con una persona dedicada al oficio, que incentiva el amor a la lectura. Cuando leemos alimentamos las emociones y la razón”.
Mariana Quintero Mateus (11 años):
“Venimos a este Punto a leer, yo he encontrado cuentos muy interesantes. Realmente hemos aprendido mucho y esto nos ha ayudado a que nos vaya mejor en el colegio”.
