Sería una autopista con tres carriles viales en ambos sentidos, que fluirían de manera paralela a la autopista existente entre Floridablanca y Piedecuesta.
Los desesperantes trancones tienen estresados y demasiado molestos a los conductores que pasan por la Autopista. Y el enojo ha crecido en estos días cuando algunas obras que se están realizando en este sector generaron que un talud de tierra cayera sobre la carretera, contribuyendo aún más a que la transitabilidad entre Bucaramanga, Floridablanca y Piedecuesta sea doblemente desesperante.
Y los problemas no son solo de obras o de deslizamientos sorpresivos. El ‘calvario’ de los trancones, que a veces mantienen a los conductores atrapados entre una y dos horas en un solo lugar, se recrudece cuando ocurre algún accidente vehicular, durante las operaciones retornos e incluso cuando las fuertes lluvias arrecian. Lo anterior sin contar el parque automotor, el cual ha venido aumentando de manera desaforada.
Total: la movilidad vehicular del área metropolitana de Bucaramanga está a punto de colapsar. Hay sectores en donde las condiciones de tráfico promedio diario y la capacidad de servicio vial es ineficiente para atender en flujo vehicular.
Si bien es cierto que los programas de cultura ciudadana enfocados en la inteligencia vial y de uso racional de los vehículos ayudan, así como también las medidas normativas como el pico y placa aportan a ‘mejorar’ la movilidad, no es menos verdad que ya en algunos casos la infraestructura vial quedó obsoleta para la demanda vehicular requerida. Uno de los casos más notables y de atención urgente es el de la Autopista Bucaramanga- Piedecuesta.
Para el exalcalde Fernando Vargas Mendoza, “la vía tiene como detonante característico que, en el tramo entre Floridablanca y el municipio ‘garrotero’ no existe otra alternativa vial para circular; es decir, la única opción es la citada área de la autopista, lo cual genera unos valores de tráfico promedio diario que exceden los niveles de servicio para la cual la vía fue diseñada. Y si a lo anterior la aunamos un siniestro por deslizamiento de tierra, accidente o avería de un automotor, eventos recurrentes por estos lados, la afectación a los usuarios es de carácter crítico por todas las vicisitudes ya denunciadas”.
Vargas Mendoza, quien además de haber sido el mandatario que diseñó proyectos viales claves como el Viaducto Alejandro Galvis Ramírez y los intercambiadores viales del Mutis y Neomundo, por citar solo unos cuantos, lidera a través de la Universidad de Santander, UDES, de la cual él es el presidente, un trabajo de diseño y de proyección vial de las obras que requiere esta parte del Municipio para salir del trancón.
“Varios profesores, pertenecientes al programa de Ingeniería Civil de la Universidad de Santander, en aras de contribuir con la solución a este grave problema de movilidad, emprendieron los diseños como un trabajo académico investigativo de una alternativa vehicular”, señaló.
La propuesta que ha surgido en ese comité técnico y académico, según dice el exalcalde, consiste en una autopista con tres carriles viales en ambos sentidos que fluirían de manera paralela a la autopista Floridablanca-Piedecuesta ya existente.
De acuerdo con José Antonio Delgado Monroy, director del citado programa de Ingeniería Civil, “la vía anteriormente mencionada estaría ubicada al oriente de la vía existente teniendo como subrasante el valle de Menzulí, en las postrimerías del piedemonte de la cordillera oriental”.
“La ubicación en esta geoforma, de características planas del valle de Menzulí, permite un diseño geométrico con menos movimientos de tierra, lo que conlleva a menos costos de construcción y menor afectación ambiental dado que el corredor ya tiene un trabajo avanzado y sería de baja intervención en taludes y terraplenes”, señaló.
Según él, “esta propuesta de alternativa vial tiene como su inicio el empalme con la trasversal Oriental en el sector de Bucarica en Floridablanca. Posteriormente hará su tránsito por el oriente del casco antiguo de Floridablanca, permanecerá por el oriente del valle de Menzulí, se pasará de igual manera el Municipio de Piedecuesta, pero sin tocar el casco urbano; es decir, por el costado oriental se incorporará a la vía Piedecuesta-Bogotá un kilómetro a las afueras de dicho municipio garrotero”.
La vía, en esta etapa de prefactibilidad, tendría una longitud acumulada por el orden de 15 kilómetros y un costo susceptible a la volatilidad de los precios de los materiales y prediales por el orden de los trescientos mil millones de pesos.
