Desde hace 17 años se celebra cada año en Bucaramanga la marcha del orgullo Lgbt, con el objetivo de que en la ciudad se elimine la discriminación y se respeten las diferencias.
Para 1969, la policía de Nueva York, Estados Unidos y, en general, en muchas partes del mundo, hacía redadas durante la noche para capturar a las mujeres transgénero que departían en bares o que estaban en la calle. La homosexualidad estaba penalizada por entonces y vestirse como una mujer era un delito.
Sin embargo, a cambio de sobornos, algunos oficiales permitían que las mujeres transgénero, las lesbianas, los gays y bisexuales pasaran tiempo “fuera del closet”, siempre que fueran discretos y no llamaran la atención.
De tanto en tanto, según consta en los documentos de la época y tal como retratan documentales como Stonewall Uprising (La rebelión de Stonewall) y series como Historias de San Francisco, en Netflix, los oficiales golpeaban a las personas Lgbt y las envíaban a prisión.
Un 28 de junio, en el bar Stonewall Inn, de Nueva York, las mujeres transgénero, los gays y lesbianas de la época, se rebelaron contra el abuso policial y, más allá de eso, aprovecharon para declarar al mundo que amar a una persona del mismo sexo o expresar el género como se siente en el corazón no era un delito ni una enfermedad.
Es este día donde, para muchos, comienza una lucha más organizada, de las personas Lgbt para reclamar sus derechos como seres humanos.
Aunque en el mundo, 30 países han despenalizado la homosexualidad y en Colombia la Corte Constitucional aprobó la adopción y el matrimonio igualitario en 2015 y 2016 respectivamente, y la Organización Mundial de la Salud estableció que las personas trasngénero no están enfermas desde el año pasado, la lucha para alcanzar la total igualdad legal y contra los prejuicios sociales aun continúa.