Los médicos argumentan que las aglomeraciones que se dan dentro de las manifestaciones pueden ser los caldos de cultivo para nuevos contagios de la COVID-19, en un momento en el que la pandemia ataca con mayor intensidad.
Dado el alto impacto que ha tenido la tercera ola de la pandemia en el área metropolitana de Bucaramanga y en general en Santander, los médicos plantearon un cese provisional de las marchas masivas a través de la campaña titulada: ‘Una Tregua por la Vida”.
La sugerencia es que, al menos durante los próximos 15 días, no liderar manifestaciones en las que se evidencien aglomeraciones.
La iniciativa, que tiene el respaldo de la Agremiación Colombiana de Médicos en Santander, les fue planteada a todos los participantes de las marchas y al Comité Metropolitano y Departamental del paro.
Oscar Araújo, presidente de la agremiación, señaló que esta campaña preventiva pretende descongestionar y disminuir los contagios del virus y así la presión que se vive en la actualidad en las Unidades de Cuidados Intensivos, UCI, las cuales ya están en los topes máximos de ocupación.
“Es importante tomar cartas en el asunto. Es muy preocupante la situación que están viviendo tanto los pacientes de la COVID-19 como el mismo personal médico, que se ve atosigado con las decenas de pacientes que llegan a urgencias por causa del coronavirus”.
La agremiación no se opone a las marchas; sin embargo “como médicos hacemos un llamado a la reflexión para darles un respiro a estos servicios de salud y de ahí nuestro llamado a los manifestantes”.
“Es preferible suspender provisionalmente las jornadas y, en su lugar, realizar otras actividades que sean menos masivas”, agregó.
Él planteó, por ejemplo, organizar grupos pequeños que realicen actividades en los barrios: murales y grupos de difusión de la información del paro; ‘cacerolazos’ todos los días a las 7:00 p.m. en el área metropolitana de Bucaramanga; grupos pequeños en los semáforos con actividades artísticas/culturales; difundir los motivos del paro en mensajes de texto; y en 15 días, según las cifras, se podría reevaluar la posibilidad de retomar las actividades de movilización masiva.
