Recorrimos Bucaramanga con el Alcalde y esto fue lo que nos encontramos
Hace poco más de cuatro años el hoy alcalde de Bucaramanga Manuel Francisco Azuero Figueroa, más conocido como Manolo, era uno de los más duros críticos del Gobierno Local. Con su pluma mordaz era un fuerte crítico de la administración de ese entonces.
Al comenzar 2016 Manolo dejó de ‘ver los toros desde la barrera’, salió al ruedo y comenzó así su paso por el bando oficial: Se vinculó a la Alcaldía como Jefe de Gobernanza.
‘Le llovieron críticas’ y hasta ‘pidieron su cabeza’ por una supuesta inhabilidad para ejercer tal cargo. Él se mantuvo en su puesto y hoy puede decir que es uno de los pocos que se mantuvo los cuatro años de la presente gestión. Es más, terminó siendo el alcalde tras la suspensión y posterior renuncia de Rodolfo Hernández Suárez.
Hoy, a 23 días de entregar el primer cargo del Centro Administrativo Local, él recorrió la ciudad con nuestros periodistas y respondió los puntos más neurálgicos de su gestión. Veamos:
¿No cree que los ‘rounds políticos’ suscitados entre la Alcaldía y el Concejo finalmente retrasaron muchas obras importantes para la ciudad?
“La idea era reconstruir la confianza en lo público, sanear las finanzas municipales, instaurar la austeridad en la administración y establecer la transparencia en la contratación. Esta agenda implicaba derrotar al clientelismo que aceitaba de manera tramposa las relaciones entre el Cabildo y la Alcaldía, sometiendo la función pública a intereses particulares. Este cambio drástico generó un choque necesario, de principios, en el que no cedimos y que perjudicó el trámite de algunos proyectos en el cortísimo plazo pero que en últimas fortaleció la democracia local, porque finalmente reivindicó la igualdad y la libertad en las elecciones y posibilitó la renovación de dicha institución”.
Las ventas ambulantes fueron algo así como las ‘papas calientes’ de este gobierno. ¿Qué pasó finalmente con el Plan Maestro del Espacio Público?
“Es el reflejo de la realidad social del país, de una economía informal que no se transforma persiguiendo o sancionando a personas que están en la calle porque no encuentran otras alternativas para el sustento diario. La Corte ha protegido el derecho al trabajo y recientemente el Congreso ha legislado sobre la necesidad de ofrecer oportunidades a los vendedores en el espacio público de manera organizada. El Plan Maestro, concretamente una de sus herramientas, el aprovechamiento económico, social y cultural del espacio público, busca precisamente contribuir a dicha regularización gradual y decenas de vendedores están participando del programa. Por supuesto, hay que hacer una evaluación de los resultados en el marco del nuevo Plan de Desarrollo y realizar ajustes a la iniciativa, pero sin atropellar a nadie”.
Sus detractores, entre ellos muchos conductores, dicen que su administración “se rajó” con la movilidad. ¿Qué les responde?
“El sistema de movilidad del Área está rajado desde hace años. Para mejorar tenemos que incrementar el uso del transporte público, el de la cicla y caminar más. La apuesta por los portales de Metrolínea, la estrategia de la bicicleta y el proyecto ‘Espacio Público La Piel de la Democracia’, les apuntan a esos propósitos que son de largo plazo. Por supuesto, entre tanto, hay que hacer más obras en la malla vial, las que no hizo esta administración por la situación financiera y la oposición infundada del Concejo”.
¿Por qué no ha calado el famoso urbanismo táctico?
“Este urbanismo no es un puerto de destino, es apenas un medio hacia una solución de fondo. Es una estrategia de bajo costo y exitosa para recuperar espacios públicos invadidos como parqueaderos y entregárselos a los ciudadanos, a los peatones. Después de su aplicación, en la medida en que los recursos se gestionen, deben transformarse en espacios públicos consolidados, definitivos y de calidad, en parques, plazas o andenes. Este tránsito de hecho ya lo iniciamos en la Calle de los Estudiantes y en la Calle de las Letras”.
Según la encuesta del Programa Cómo Vamos la gente se siente insegura en Bucaramanga. ¿Qué opina al respecto?
“Se ha hecho un esfuerzo por fortalecer y modernizar a la Policía y por invertir también recursos en programas de convivencia y prevención, como ‘Aguante La Barra’ o ‘Balones con Valores’. Pero la percepción de inseguridad persiste. Esto nos debe exhortar a acercar más las instituciones a la comunidad y a mejorar los canales de comunicación, para que la ciudadanía se sienta respaldada y protegida y las reacciones ante hechos delincuenciales sean más oportunas”.
Aún hay muchos espacios que son ‘ollas’ y ‘mecas’ del microtráfico. ¿Qué ha hecho al respecto la Alcaldía?
“Cuando estructuramos el Plan de Desarrollo concebimos el proyecto estratégico ‘Espacio Público La Piel de la Democracia’. Lo llamamos así porque es en el espacio público, en el parque, en la plaza, en la cancha, donde nos encontramos todos los ciudadanos como iguales, donde se vive el sentido social de la ciudad y se integra la comunidad.
Su ejecución implicó la transformación urbana y estética de predios municipales y de espacios públicos, que antes estaban abandonados, en escenarios amables e incluyentes que hoy reúnen a los familias y a los vecinos alrededor del deporte, de la sana recreación y de la cultura, derrotando así, de manera pacífica y humanista, a la delincuencia. Fueron más de 90 canchas y más de 30 parques intervenidos”.
Las ciclorrutas: amadas por unos, odiadas por otros. ¿Por qué insistir en ellas?
“Si más bumangueses se suben a la ‘bici’ se reducirá el uso de medios de transporte que generan congestión y contaminación. Además, se promoverá la actividad física. Es decir, estamos hablando de un impacto integral y positivo para la movilidad, para el medio ambiente y para la salud pública. Por eso se debe insistir en su implementación y perseguir con determinación la meta de desarrollar 200 kilómetros de ciclo-infraestructura en el área metropolitana de aquí al 2020 y escuchando siempre a los ciudadanos y sus inquietudes o sugerencias”.
¿Cuál fue la ‘medicina’ que la Alcaldía les suministró a los centros de salud?
“Estos centros se estaban cayendo a pedazos, pues llevaban décadas sin ninguna clase de intervención. Por eso priorizamos la transformación física y la modernización de la red. Hicimos un mantenimiento suficiente, estamos reconstruyendo totalmente siete y construimos uno nuevo en el Café Madrid, que hoy es un escenario de bienestar e inclusión para la comunidad. Además, dejamos en proceso definitivo de diseño y mayoritariamente financiadas la reposición de la Unidad Materno Infantil Santa Teresita, la repotenciación del Centro de Salud del Rosario y la construcción de la Clínica del Sur Antonia Santos”.
La cultura siempre fue la ‘marginal’ de las administraciones pasadas. ¿Qué se hizo por este campo?
“La cultura fue uno de los ejes estratégicos del progreso social que procuramos, como lo fueron el deporte, la educación y la salud. El Teatro Santander es un proyecto de ciudad que el gobierno anterior no había asumido con seriedad y convicción. El sector privado estaba pedaleando prácticamente solo por sacarlo adelante. En esta gestión, desde 2016, se tomó la decisión de inyectarle los recursos públicos para garantizar la culminación de la obra y la implementación de una agenda artística, que ha sido de calidad e incluyente. Esta apuesta por la cultura también se refleja en la reconstrucción y modernización de la Biblioteca Gabriel Turbay, en la expansión de las bibliotecas satélites en los barrios, en la restauración de la antigua Estación del Ferrocarril en el Café Madrid, en el rescate del Centro Cultural del Oriente, en la creación de las Ágoras y de las Ludotecas, en el significativo crecimiento de la Escuela Municipal de Artes EMA que cuenta hoy con más de 3000 mil estudiantes y en la construcción ahora mismo en curso del Teatro Escuela”.
Está a 23 días de dejar su cargo como alcalde, ¿Qué viene para usted?
“Esta ha sido una experiencia valiosa que deja lecciones y conclusiones sobre las que espero reflexionar en otros ámbitos, estudiando y trabajando desde otras esferas desde la que también anhelo contribuir a lo público”.
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Periodista de Vanguardia desde 1989. Egresado de la Universidad Autónoma de Bucaramanga y especialista en Gerencia de La Comunicación Organizacional de la Universidad Pontificia Bolivariana. Miembro del equipo de Área Metropolitana y encargado de la página Espiritualidad. Ganador del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar.
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