En promedio anual, según la autoridad de transporte metropolitano, se realizan 300 reposiciones de taxis, sin embargo este año por cuestiones relacionados con la pandemia la cifra apenas llegó a los 50.
La reposición de taxis controlados y vigilados por el Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB, seguirá suspendida por dos años más. Esto significa que durante este tiempo no se podrá efectuar ningún ingreso de vehículos nuevos al servicio público de transporte terrestre automotor individual de pasajeros.
Parte de las razones por las que se aprobó esta restricción en Junta Metropolitana, tiene que ver con el incremento de matrículas de motocicletas y automotores particulares que afecta la capacidad de nivel de servicio de las vías principales y secundarias de la capital santandereana, así como de Floridablanca, Girón y Piedecuesta.
Fabián Fontecha, subdirector de Transporte del AMB, aseguró que se exceptúan de esta medida los taxis que sean objeto de pérdida, hurto, destrucción y desintegración total.
Por otra parte, el funcionario explicó que esta es una disposición que empezó a implementarse desde 2014 y se ha venido prorrogando, cada dos años en promedio, con el fin de combatir el aumento de emisiones contaminantes y el detrimento del espacio público.
“Esto no tiene implicaciones para las empresas, ni para las propietarios de vehículos tipo taxi. Lo único es que el dueño del vehículo debe tener claro que la operación del taxi inscrito debe ir hasta el final de su capacidad, una vez se considere que no cuenta con todos los elementos para garantizar un servicio de calidad al usuario se procede con su salida de circulación y desvinculación”.
Lo que se pretende además, dice el subdirector, es que no se retiren los vehículos en condiciones aún aptas para operación, para reemplazarlo por otro más nuevo “porque esta acción se traduce en el ingreso de un vehículo más al parque automotor del área. Y consideramos que este tipo de acciones van en contra del desarrollo sostenible de la ciudad”.
