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Bucaramanga
Sábado 06 de julio de 2019 - 12:00 PM

Santander le apuesta a la crianza sin violencia

Desde hace un año, los municipios de Girón, Lebrija y Matanza, en Santander, participan de una novedosa estrategia, implementada por primera vez en Colombia, sobre crianza positiva. A través de ella aprenden a solucionar problemas de comportamiento con sus hijos sin usar el castigo físico.

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 Getty / VANGUARDIA
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Como una posibilidad para que los niños que nacen en Santander tengan la oportunidad de crecer en un entorno familiar con dinámicas diferentes, educados bajo el amor, el respeto, la disciplina asertiva y la comunicación familiar, nace la estrategia ‘Santander Positivo: crianza para la generación de la paz’.

La iniciativa es liderada por la Gobernación de Santander, a través de la Secretaría de Salud Departamental y la Oficina de la Gestora Social, con acompañamiento de la Universidad Industrial de Santander, UIS; el Instituto de Bienestar Familiar, Icbf; aplicando el ‘programa internacional de parentalidad positiva triple P’, metodología diseñada hace más de 30 años en la Universidad de Queensland, en Australia.

La orientación de madres gestantes y sus familias en el proceso de embarazo, el parto y los primeros meses del bebé y acompañar a padres, madres y cuidadores para prevenir y tratar problemas cotidianos de crianza con menores de 0 a 12 años, son los ejes de acción de la estrategia.

Girón, Lebrija y Matanza fueron los municipios escogidos para iniciar la prueba piloto de la estrategia.

“Girón representa los municipios de Santander de más de 50 mil habitantes que tienen predominio de zona urbana, Lebrija representa los municipios entre 10 mil y 50 mil habitantes que tienen un importante componente urbano pero también de zona rural y Matanza los que tienen menos de 10 mil habitantes y son mayormente rurales”, explicó Laura Andrea Rodríguez, directora de Investigación y Extensión de la Facultad de Salud de la UIS y Coordinadora Técnica de la estrategia.

“Falta apoyo a la familia”

De acuerdo con la Coordinadora Técnica de la estrategia, el proyecto se implementó a raíz de la falta de apoyo a la familia y a la infancia que existe en la región.

“Del acompañamiento que se haga durante el proceso de crianza es que se pueden hacer cambios que más adelante impacten de manera positiva en el bienestar de los padres y sobre todo de los adolescentes y jóvenes. Muchas de las situaciones relacionadas con violencia, consumo de drogas o maltrato están relacionadas con los procesos iniciales de crianza”, señaló.

Para Priscila Santos de Tavera, gestora Social de Santander, con una crianza positiva se logran formar niños felices y seguros, mejorar la comunicación y establecer normas que todos respeten.

“Ningún niño viene con un manual de instrucciones y como padres debemos buscar la mejor manera de guiarlos y formarlos. Con ‘Santander Positivo’ encontramos la herramienta adecuada para enseñarles a los padres, madres y cuidadores, una metodología de crianza basada en el respeto y en valores. Lo más importante es que hemos podido demostrar que sí es posible brindar herramientas para que los niños tengan un crecimiento sano y una formación integral”, aseguró la Gestora Social.

“Se nota el cambio”

Viviana Ramírez vive Girón y tiene dos hijos. Desde hace un año hace parte de la estrategia ‘Santander Positivo’, que según relata, le ha servido para mejorar la convivencia en casa.

“Antes de conocer la estrategia me exaltaba con facilidad cuando mis hijos no me hacían caso, los gritaba y en algunas ocasiones acudía a los golpes. Ahora, usando el modelo ‘triple P’, se nota el cambio, el castigo físico ya no es necesario, usando únicamente el diálogo entienden. Los niños nacen sin saber nada, los padres somos los responsables de su educación, somos nosotros quienes les damos órdenes, los malcriamos o los volvemos groseros”, señaló la madre.

¿Familias disfuncionales?

Un análisis realizado por el equipo científico de ‘Santander Positivo’, antes de iniciar la intervención, evidenció en padres, madres y cuidadores de los tres municipios la presencia de estilos de crianza disfuncionales y alteraciones comportamentales de los menores. Así mismo, reveló que el 70% de los participantes han sido mujeres con el rol de madres.

El estudio también demostró la prevalencia alta de estilos de crianza disfuncionales caracterizados por la sobrerreactividad (36%), la laxitud (23%) y la hostilidad (22%). El 25% de los cuidadores percibe problemas de conducta infantil y 8% consideran que estos problemas impactan la familia. Además, los cuidadores perciben dificultades de comportamiento en 19% de los niños y 17% de las niñas.

En el desarrollo de la estrategia se han realizado seminarios, talleres y asesorías personalizadas beneficiando a más de 1.000 familias de Girón, Matanza y Lebrija.

¿Qué es Triple P?

El programa internacional de parentalidad positiva ‘triple P’ es una iniciativa que hace que criar niños sea más sencillo. Le entrega consejos e ideas prácticas a padres de familia o cuidadores para ayudar a manejar la conducta de los niños y niñas, prevenir problemas en el desarrollo y construir relaciones fuertes y saludables. No ofrece ‘una misma fórmula’ para todos los problemas.

Esta metodología fue diseñada hace más de 30 años en la Universidad de Queensland, Australia, y ha ayudado a millones de familias en más 25 países, incluidos Inglaterra, Estados Unidos, Japón, Chile, Argentina, Costa Rica, México y ahora Colombia a través de la Gobernación de Santander.

Viviana Ramírez, beneficiaria de la estrategia, aseguró que poner en práctica la táctica de ‘tiempo de calma’ y ‘tiempo fuera’, impartidas en los seminarios de crianza positiva, le ha ayudado al momento que alguno de sus hijos hace pataleta.

“Si mi hijo hace el popular ‘berrinche’ le contabilizo entre tres y cinco minutos para que deje de llorar y se calme, cuando eso sucede podemos hablar.

El tiempo fuera es aislarlo determinado tiempo de una situación también hasta que se calme. Usando estás dos herramientas he dejado de lado los gritos y el castigo físico”, dijo.

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Publicado por Claudia Isabel Delgado

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