En el área hay varios cruces peatonales que generan temor a la ciudadanía debido a las diferentes condiciones que presentan. Vanguardia hizo un recorrido y les muestra cuáles son esos cinco puntos.
La sensación de inseguridad crece todos los días en Bucaramanga y el área. El asesinato de la estudiante del Colegio La Normal, ocurrido el pasado 24 de febrero en el túnel del Mesón de Los Búcaros, dejó nuevamente en evidencia la delicada situación de seguridad que enfrenta el área.
Vanguardia recorrió cinco pasos peatonales, en su mayoría de tránsito obligado de estudiantes y ciudadanos en general, y evidenció la falta de presencia policial y lo expuestos que quedan quienes a diario deben pasar por allí.
Estos cinco pasos peatonales son inseguros a cualquier hora del día, debido a las diferentes condiciones de iluminación, la falta de presencia policial y la cercanía con zonas verdes despobladas.
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Mesón de Los Búcaros
El Mesón de Los Búcaros, en la carrera 27, es uno de esos pasos que cualquier ciudadano lo pensaría dos veces antes de transitar por allí, debido a las constantes denuncias de atracos y a la falta de iluminación.
Aunque el subterráneo cuenta en la parte alta con vigilancia, no ha sido suficiente para disminuir la ‘ola’ de inseguridad que aqueja a las comunidades del sector y a los cientos de estudiantes que caminan por este paso peatonal.
Justamente, hace una semana en el túnel de este intercambiador, la estudiante Nickol Valentina, del Colegio La Normal, fue atracada y posteriormente asesinada mientras cruzaba ese tramo, que en ciertas ocasiones se convierte en paso obligatorio para decenas de personas.
A raíz de este hecho, en los últimos días ha habido presencia de la Policía en esta zona.
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Intercambiador de Fátima, en Floridablanca
El Intercambiador de Fátima, en límites entre Bucaramanga y Floridablanca, también es uno de esos cinco pasos peatonales que identificó Vanguardia y que, de cierta forma, no generan confianza a los ciudadanos por sus condiciones y falta de presencia policial.
Este sector que comunica a El Tejar con Zapamanga, Caldas y El Carmen, y que se encuentra en medio de zonas verdes, en ocasiones es evitado por los transeúntes debido a la falta de seguridad.
El cruce se encuentra en medio de dos muros de al menos cuatro metros de altura que hacen del paso peatonal una potencial guarida para que los delincuentes hagan de las suyas.
Incluso hay un puente que sirve como refugio para habitantes de la calle, quienes tienen muebles, colchones y demás pertenencias en esta zona.
Justamente, mientras un equipo periodístico de Vanguardia hacía la reportería fue abordado por un sujeto que se acercó con la intención de pedir dinero.
Este paso peatonal es utilizado por los habitantes de al menos cuatro sectores de Bucaramanga y Floridablanca.
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Puente de Miradores de San Lorenzo
Pero no solo esos pasos peatonales generan temor en la ciudadanía. Pasos adelante de la estación de Provenza, de Metrolínea, está uno de los puentes que causan más temor en Bucaramanga debido a sus condiciones.
El puente peatonal que comunica desde el sector de Miradores de San Lorenzo, con la Carrera 30-102, en los barrios Las Casitas, Asturias y el Diamante I, genera miedo a quienes lo utilizan con frecuencia.
El cruce peatonal está en medio de zonas verdes que generan más miedo a quienes lo transitan. También carece de iluminación. En esta zona, pese a que es frecuentada constantemente, tampoco hay presencia de las autoridades policiales.
El paso en Neomundo
Cerca al Centro de Convenciones de Neomundo también está uno de esos pasos peatonales que Vanguardia pudo identificar y que generan pánico para los transeúntes.
Este cruce comunica desde Neomundo hasta el Centro Comercial Cacique en sentido norte-sur.
En uno de los costados de este paso está la zona verde que en las partes bajas es utilizada por habitantes de la calle.
Los malos olores también hacen parte de este cuestionado paso peatonal que no cuenta con presencia de la Policía.
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El túnel de Cañaveral
De igual forma, el túnel del Centro Comercial Cañaveral que desemboca hacia el sector de El Bosque, en Floridablanca, tampoco genera confianza debido a que termina en una vía principal que está en medio de zonas verdes solitarias.
Este paso peatonal es utilizado por habitantes de El Bosque, Tairona, estudiantes universitarios y trabajadores del sector salud.
Justamente, los comerciantes y ciudadanos del sector de Cañaveral crearon un frente de seguridad junto a la Alcaldía y a la Policía, para así garantizar la seguridad en este sector.
Pedidos en el Concejo
Los llamados a garantizar la seguridad también llegan desde el Concejo de Bucaramanga, donde los cabildantes han pedido en repetidas oportunidades la presencia de la Policía.
“Aunque no se le puede poner un policía a cada ciudadano, sí se le puede poner un policía a cada sector neurálgico de inseguridad: deprimidos, puentes, sectores poco iluminados. Tres o cuatro uniformados encerrados en un CAI no ayuda mucho”, fue el pedido que hizo el concejal de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, luego del asesinato de Nickol Valentina en el Mesón de Los Búcaros.
Según el cabildante, desde la Policía han manifestado que la institución no cuenta con el personal necesario para resguardar las zonas que más inseguridad representan para la ciudadanía.
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Por su parte, la concejala Luisa Ballesteros radicó una proposición ante el cabildo, con la cual citará a la secretaria del Interior, Melissa Franco, a un debate de control político por la reciente ‘ola’ de inseguridad que atraviesa Bucaramanga.
Ante esto, el presidente del Concejo, Carlos Barajas, aseguró que ya son seis las proposiciones que tiene el cabildo para citar a Franco a debate de control político, y que la intención de la Mesa Directiva es unificarlas.
“Desde el año pasado venimos haciendo estos debates con el fin de garantizar la seguridad. El Fondo de Seguridad tiene más de $17 mil millones y no se han ejecutado. Propusimos prohibir el uso del parrillero y no aceptaron, pedimos militarización y tampoco”, sostuvo Barajas, a la vez que señaló que Bucaramanga necesita mayor control migratorio y la desarticulación del mercado ‘Las Pulgas’.