Una manguera que deposita las aguas negras ocasiona, además, olores putrefactos en un talud ubicado por la calle 28 occidente del barrio Nápoles vía Polvorines. Los habitantes de esta zona afirman que el vertimiento de aguas residuales proviene de un colector del sistema de alcantarillado público ubicado en el barrio Divino Niño.
Carmen Cecilia Casadiegos, presidenta de la Junta de Acción Comunal, radicó las respectivas solicitudes a las autoridades ambientales. El Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB, y la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Cdmb, fueron a la zona para observar las afectaciones.
La Cdmb tras la visita técnica, confirmó la erosión en el talud de aproximadamente 12 metros de altura que ante las fuertes precipitaciones y el vertimiento de las aguas residuales está generando una inestabilidad en el terreno lo que ocasiona deslizamientos.
Por su parte la Amb en respuesta a la solicitud, afirmó en radicado que frente a la socavación observada en el talud, le corresponde al Concejo Municipal del Riesgo de Desastres de Bucaramanga hacer los estudios detallados, definir las obras de control pluvial y mitigar la condición de vulnerabilidad del terreno.
La comunidad hace un llamado a las autoridades para prevenir una emergencia, ya que el talud se encuentra en zona urbana y representa un peligro.
“Llevamos más de dos meses con esta situación, aunque Empas y la Amb hicieron las visitas y confirmaron la erosión en el terreno, no han procedido para evitar desastres, tenemos el temor de que se venga el barranco, todos los días caen más piedras y es peor cuando llueve”, comentó Elizabeth Prada, residente del barrio Nápoles.