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Miércoles 17 de septiembre de 2014 - 12:00 PM

Con la información que tenemos podemos trabajar Agustín Codazzi sobre satélite

El pasado lunes el vicepresidente de la República Germán Vargas Lleras anunció que el país no invertirá recursos en la compra de un satélite como se venía planeando durante la gestión del exvicepresidente Angelino Garzón

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Con la información que tenemos podemos trabajar: Agustín Codazzi sobre satélite (Foto: Colprensa/ VANGUARDIA LIBERAL)
Con la información que tenemos podemos trabajar: Agustín Codazzi sobre satélite (Foto: Colprensa/ VANGUARDIA LIBERAL)

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Con la información que tenemos podemos trabajar: Agustín Codazzi sobre satélite (Foto: Colprensa/ VANGUARDIA LIBERAL)

“El Gobierno llegó a la conclusión de que es inconveniente adelantar una inversión que podría llegar a los 250 millones de dólares”, dijo Vargas Lleras, reiterando la suspensión de la negociación.

Luego de su anunció surgieron dudas de si Colombia realmente necesita un satélite, el cual representaría al país una cifra muy superior (250 millones de dólares) a los 11,5 por año que cuestan las imágenes que se compran actualmente.

Ante este anuncio, el director del Instituto Agustín Codazzi, Juan Antonio Nieto, afirmó que para el funcionamiento de la Entidad no era válido afirmar si era correcta o no la decisión de comprar el satélite. “No solamente la tecnología del satélite es la que nos permite tener la información que se requiere”.

Según Nieto, la información que provee un satélite va dirigida a determinar características de suelos, temas agrológicos, catastrales, entre otros. “Esa información hoy por hoy la tenemos”, aseguró.

“Si el Gobierno a través de la Vicepresidencia ha considerado que el país puede continuar, en lo que respecta al IGAC, con lo que tenemos podemos continuar adelantando nuestras tareas de identificación y clasificación de suelos para los temas agrológicos”, aclaró.

Así mismo, destacó que se han venido implementando tecnologías como la del radar, un avión propio, y drones. “Lo que nos interesa es tener el país plenamente identificado a la menor escala posible, para que alcaldes, gobernadores y el Gobierno Nacional puedan hacer una mejor planificación del territorio”, puntualizó.

De otro lado, el exministro de Ambiente Juan Lozano, se mostró contrario a la decisión de la Vicepresidencia, y anunció a través de su cuenta en Twitter que “el gobierno se gastó la plata y ahora no hay para pagar el satélite. Ya en esta situación, resultaba irresponsable embarcarse en ese proyecto”.

De acuerdo con Lozano, ahora que se abortó el proyecto satélite, el “Gobierno se quedó sin $” (dinero), y “deben informar sobre los contratistas a los que les van a comprar imágenes” que producen dichos aparatos.

Lleras había manifestado que era más barato seguir comprando imágenes: "11 millones de dólares por siete años representa un costo de 80 millones de dólares, muy inferior al que hubiera supuesto la compra de un satélite colombiano".

España, Inglaterra, Canadá e Israel, entre otros países, también estaban interesados para poner en órbita el satélite colombiano, aún así, según Vargas, ya fueron notificados de que el Gobierno no continuará con la propuesta.

Desde el Ministerio de las Tecnologías de Información, este medio consultó cual era la postura de la no compra del elemento en cuestión, desde donde aseguraron no se pronunciarían de manera oficial, ya que no era un tema de su competencia.

Sin embargo, antes del anuncio del Vicepresidente, el ministro de las TIC, Diego Molano Vega, había concordado con Lleras. Molano aseguró que “comprar las imágenes sale mejor que comprar un satélite”.

De acuerdo con el titular de la cartera TIC, existiría un alto riesgo en que luego de lanzado el satélite al espacio, este podría quedar obsoleto en poco tiempo.

Consultamos también al Instituto de Hidrología y Meteorología (Ideam). Allí aseguraron que ese tema era exclusivamente propiedad de la Vicepresidencia de la República, desde donde se ha venido trabajando desde que Francisco Santos estaba en el cargo.

Pero no todas las posiciones van a favor de la decisión gubernamental, pues la exministra de comunicaciones María del Rosario Guerra, ahora congresista, en diálogo con La W, aseguró que aunque es un gasto alto, Colombia debería contar con su propio satélite.

En sus declaraciones dejó claro que si no se adquiere dicho satélite, “Colombia quedaría relegada tecnológicamente frente a otros países de América Latina”.

Guerra indicó que en el año 2006 se estudió la posibilidad de adquirir dos satélites: uno de comunicaciones y otro de observación, de los cuales el primero se descartó y en el caso del segundo, había quedado abierta la puerta para una futura compra.

“El de comunicaciones tenía una vida útil de quince años, el de observación de siete a ocho años… hay que mirar si en estos 250 millones de dólares estaba prevista alguna segunda fase”, aclaró.

El exvicepresidente Francisco Santos, uno de los exfuncionarios que inició la gestión de la compra del satélite, explicó a través de su cuenta en Twitter que el “Satélite se usa para agricultura, cambio climático, construcción de infraestructura, catastro y control de cultivos y minería ilegal”.

Es de resaltar que la Comisión Colombiana del Espacio está adscrita a la Vicepresidencia de la República y durante la administración del expresidente Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) comenzó el proyecto de comprar un satélite.

Este propósito lo continuó el vicepresidente Angelino Garzón en el primer gobierno de Juan Manuel Santos, pero en su segundo mandato se conoce que se cancela dicha compra.

Funcionalidad de los satélites

La pregunta que surge con esta polémica es de la funcionalidad de los satélites para Colombia. Actualmente en el mundo solo 11 países están en capacidad de construir y enviar satélites de 250 kilos al espacio.

Estos equipos de alta tecnología de vigilancia y comunicaciones, monitorean fuentes hídricas, fronteras, cultivos ilícitos, crecimiento de ciudades o eventos naturales.

Otro de los usos es de tipo militar, ya que pueden proveer información estratégica de ciertos lugares de la tierra.

En Latinoamérica, las naciones adquieren información satelital a través de terceros, a excepción de Brasil, Argentina, México y Venezuela, que cuentan con sus propios satélites en órbita, en tanto que Estados Unidos, Rusia, Japón y China son los que más tienen de estos artefactos en el espacio exterior.

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Publicado por COLPRENSA

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