El Consejo de Estado condenó a la Nación representada en el Instituto de Seguros Sociales por los perjuicios causados a un hombre que quedó impotente producto de un tratamiento inadecuado y una continua serie de cirugías que le realizaron en 1993
Las cirugías que inicialmente pretendían tratar una colitis ulcerativa que lo venía molestando desde hacía varios años, terminó afectando más la salud del paciente por lo que debió enfrentarse a múltiples cirugías que derivaron en una vejiga rota y en la impotencia, entre otros males.
El Consejo de Estado condenó al ISS al encontrar que si bien el paciente dio su consentimiento para las cirugías, nunca le fueron explicados en detalle los posibles efectos de las mismas, que le significaron una “severa aflicción y dolor psíquico, que no tendría que soportar, dado que provienen de procedimientos quirúrgicos en los que no se consintió, hasta el punto de haber requerido tratamiento psiquiátrico”.
Por los daños y perjuicios causados, la Sección Tercera ordenó pagar al paciente 687 millones de pesos, de los cuales 21 son dirigidos a su mujer por la afectación a la vida sexual de la pareja.
En la sentencia, la Sala indicó que los daños producidos al paciente se derivaron de sucesivas intervenciones quirúrgicas y que, para este caso, el consentimiento firmado apenas hacía referencia a riesgos generales.
“(...) parece inconcluso que este documento, referido a riesgos abstractos no puede tenerse como prueba del consentimiento informado sobre riesgos específicos ni de que el paciente tenga conocimiento claro y preciso de los mismos. Más bien, este tipo de formularios parecieran indicar que los pacientes firman las autorizaciones como parte de un procedimiento rutinario”, señaló la Corporación
