Se trata de una demanda que asegura que los artículos 43 y 44 del Código de Policía vulneran los derechos de esta población, al listar una serie de requisitos para los lugares en donde se ejerza la prostitución.
La Corte Constitucional admitió para su estudio la demanda que presentaron los congresistas Ángela María Robledo, de la Alianza Verde, y Alirio Uribe e Iván Cepeda, del Polo Democrático, en contra del Código de Policía y que busca proteger los derechos de las personas en situación de la prostitución.
Se trata de una demanda que asegura que los artículos 43 y 44 del Código de Policía vulneran los derechos de esta población, al listar una serie de requisitos para los lugares en donde se ejerza la prostitución y de comportamientos que van dirigidos tanto a los propietarios y administradores, así como a las trabajadoras sexuales.
El caso le correspondió al magistrado Luis Guillermo Guerrero, quien admitió la demanda y solicitó al Instituto de Salud Pública de la Universidad Javeriana y a cuatro universidades más exponer a la Corte las "características y los contornos del fenómeno de la Prostitución en el mundo y en Colombia; los distintos modelos acogidos en el mundo para atender y responder al fenómeno de la Prostitución por parte de los Estados", entre otros.
Igualmente, le solicitó concepto a los ministerios de Justicia, de Salud, al Congreso, a secretarias departamentales de Salud, entre otros.
Para el representante Alirio Uribe, con estas disposiciones el Código de Policía es regresivo porque el anterior no sancionaba la prostitución y ahora sí se imponen sanciones a las personas que la ejercen.
Uribe indicó que este código está igualando a las trabajadoras sexuales con los proxenetas que son los que se lucran de esta situación. “La mujer que ejerce la prostitución es una mujer vulnerable y no debe ser sometida a esas obligaciones”, señaló en su momento.
La congresista Ángela María Robledo manifestó al momento de la radicación de la acción judicial, que la demanda busca proteger especialmente los derechos de las mujeres “quienes en mayor medida (90%) se dedican a esta práctica y son consideradas en situación de extrema vulnerabilidad”.
