domingo 28 de mayo de 2023 - 4:42 PM

“Debemos hacer una apuesta inmensa por la infraestructura educativa”: ministra de Educación de Colombia

Según la ministra de Educación, Aurora Vergara, la principal apuesta de este Gobierno es abrir oportunidades educativas en los lugares del país en donde no las hay. Dice que solo en el presupuesto de este año hay recursos por $300.000 millones para reparar o construir 822 sedes en el país.

Una de las cosas que más ha conmovido a la ministra de Educación, Aurora Vergara, durante el ejercicio de su cargo fue un comentario que le hizo una niña indígena en una visita a Guainía.

Le dijo que quería ser abogada para defender a las niñas que son víctimas de violencia sexual en su territorio, pero no puede hacerlo porque en ese departamento no existe la carrera de derecho y es muy difícil para ella poderse desplazar a otro lugar a estudiar.

Según la ministra, la principal apuesta de este gobierno es abrir oportunidades educativas en los lugares del país en donde no las hay.

En entrevista con Colprensa, revela que constructores privados están interesados en construir escuelas y universidades en Chocó y otros departamentos con carencias en infraestructura educativa.

Dice que solo en el presupuesto de este año hay recursos por 300.000 millones de pesos, para reparar o construir 822 sedes en el país.

¿Qué va a hacer este Gobierno para lograr las mejoras en la educación que no se han logrado en otros gobiernos?

La primera apuesta es fortalecer las bases presupuestales en las instituciones públicas. ¿Eso qué significa? Que van a contar con más recursos para responder a las necesidades de las personas más desfavorecidas.

Eso requiere un seguimiento, una veeduría territorial mucho más cercana, para garantizar que el recurso que se invierte aumenta la cobertura.

El señor presidente de la República ha hecho también mucho énfasis en la importancia de la infraestructura educativa. Una visión que tenemos para este trabajo es que la infraestructura educativa refleje la dignidad de la gente.

Esa apuesta se debe materializar en nuevas sedes, nuevos complejos educativos, en potenciar los edificios que hagan falta en algunas regiones y allí estamos poniendo un énfasis bastante importante.

¿Dónde cree usted hoy en día que están las mayores carencias y cómo van a hacer esas construcciones?

En Colombia necesitamos garantizar que avanzamos tanto en infraestructura de educación básica como de educación superior. En todo el país nos están mostrando evidencia de instituciones o establecimientos educativos que necesitan reparaciones locativas, que necesitan mejoramientos o completamente nuevas sedes.

Entonces, es fundamental reconocer que, como país, debemos hacer una apuesta muy grande, una apuesta inmensa para robustecer, para fortalecer la infraestructura educativa.

Tenemos muchos territorios con impacto del fenómeno de La Niña, que aún necesitan ser abordados y ahora se nos aproxima el fenómeno de El Niño que también requiere instituciones más sólidas. Entonces ahí tenemos una oportunidad importante.

Tenemos por un lado toda la inversión que se hace a través del Fondo de Financiamiento para las Instituciones Educativas (FFIE), que tiene una serie de proyectos de básica que nos permiten mejorar establecimientos educativos. Recientemente entregamos un mejoramiento en Suárez, Cauca; entregamos también un mejoramiento en Putumayo y en los próximos días entregaremos una nueva institución en Providencia.

“Debemos hacer una apuesta inmensa por la infraestructura educativa”: ministra de Educación de Colombia

A través de Findeter esperamos avanzar con unos mejoramientos de más de 800 sedes en el país y eso nos da mucha esperanza porque da la posibilidad de llegar a territorios que han estado esperando mejoramientos por más de tres años.

También hay muchas empresas del sector privado que están garantizando una oferta de infraestructura educativa en menos tiempo, y eso ha sido muy interesante porque es ver a un sector que está escuchando un presidente que está diciendo “nuestra apuesta es por la infraestructura educativa”.

Y ahora estamos recibiendo ofertas de muchísimas empresas que están diciendo “yo puedo hacer una seda en seis meses”, “la puedo hacer en menos de 8 meses”, “y puedo garantizar que la hago con calidad con responsabilidad, que la hago en cumplimiento con toda la normatividad vigente”.

Por ejemplo, en Chocó, comprometimos tres sedes en tres zonas que el país no conoce bien, la zona del Darién, la zona del Baudó y la zona de San Juan.

Son territorios que necesitan infraestructura educativa, pero también necesitan un sector que garantice que se construya en esos territorios que son biodiversos y que entregan una infraestructura de calidad para garantizar programas de calidad para poblaciones que necesitan y que han estado esperando esta oportunidad por mucho tiempo.

¿Qué tipo de empresas son y cómo van a trabajar con ellas?

Grandes empresas constructoras del país. Evidentemente el mecanismo será de licitación, para garantizar la transparencia en el manejo de los recursos, pero también la transparencia en el proceso administrativo y pues ha sido muy revelador que empresas del sector de construcción que sistemáticamente han entregado al país viviendas hoy estén listas para construir escuelas y universidades.

¿Hay cifras en cuanto a metas de cuántos colegios o cuántas instituciones se van a construir y cuántas podrían hacerse a través del sector privado?

Eso no se puede decir de esa manera porque no sabemos cómo va a terminar la licitación, pero lo que sí sabemos es que, con un recurso que ya está asignado en el presupuesto de este año, de 300.000 millones de pesos, podemos responder a 822 sedes.

Ese es un arranque que es muy esperanzador para muchas zonas que han estado esperando estos mejoramientos. La razón por la cual están identificadas es porque se presentaron a convocatorias de mejoramiento del Ministerio de Educación en el pasado.

Es decir, ya cumplieron con todos los requisitos y lo que están esperando es la oportunidad para que sus instituciones mejoren. Y en infraestructura educativa superior, tenemos identificadas sedes o complejos educativos que fueron solicitados en diferentes espacios o vía ‘Gobierno escucha’, el espacio que ha destinado la Consejería de regiones para dialogar con diferentes territorios o en el marco de la Estrategia de diálogo regionales vinculantes.

En ese ejercicio se identificaron por lo menos 42 sedes requeridas en múltiples territorios, pero hay un listado de más de 100.

Tengo que ser muy enfática en algo y es que no estamos hablando de la creación exclusiva de universidades nuevas, que tomaban un tiempo significativo. En algunos casos es posible que eso ocurra, pero depende de cada territorio.

“Debemos hacer una apuesta inmensa por la infraestructura educativa”: ministra de Educación de Colombia

Este aumento de infraestructura debe ir a la par con aumento en oferta de programas. ¿Qué se ha hecho en ese sentido?

¿Qué problema encontramos? Un atasco en registros calificados de los últimos años, de dos o tres años. Expedimos un decreto que automáticamente renueva algunos registros. Es decir, si no han recibido una respuesta de Ministerio de Educación se da por vigente el registro calificado.

Eso le da un tiempo a las instituciones para seguir ofertando los programas.

Esa apuesta debe llevar a las instituciones en territorio a ofrecer programas que sean más coherentes con lo que están pidiendo los jóvenes en sus territorios, incluso la combinación de programas técnicos, tecnológicos, profesionales, o, como lo están proponiendo algunas universidades, la combinación de certificaciones con los diferentes ciclos que les permite completar sus programas seleccionados.

Eso permite que jóvenes en las zonas con mayores retos, Guajira, por ejemplo, donde tenemos retos de salud, que no tengan que pensar que para formarse como enfermeros o enfermeras tienen que venir a Bogotá u otra región, sino que se pueden formar en su mismo territorio.

Colombia siempre ocupa lugares muy bajos en las pruebas internacionales. Tenemos problemas en matemáticas, en comprensión de lectura. ¿Qué va a hacer el gobierno para mejorar la calidad de la educación?

Es fundamental una acción que estamos desarrollando, que es la dignificación de la labor docente. Sus salarios, que deben reflejar la valoración social que tiene un país frente a quienes tienen en sus manos el poder de formar a una nueva generación.

Tenemos mesas de concertación para deliberar sobre esto y el impacto fiscal que tiene. También que trabajen en mejores condiciones y que puedan también tener mejores herramientas para formar estas nuevas generaciones.

Ahí necesitamos garantizar que podemos poner la mayor cantidad de recursos posibles. Las acciones de salud mental para muchos de estos profes requieren también una acción conjunta, la inversión que hace el Ministerio, por ejemplo en proyectos de fomento para las instituciones de educación superior, pueden verse reflejadas en programas de esa naturaleza para que cada docente, la profesora que está en la sede de la Universidad Nacional en San Andrés, Providencia y Santa Catalina o en Tumaco, pueda sentir que tiene el apoyo de Bienestar Universitario de la Universidad como si estuviera en Bogotá y eso necesita una articulación del sistema y una destinación de los recursos considerando ese tipo de aspectos.

Usted habla de la dignificación de los maestros, pero, ¿qué puede decir de la exigencia, de la evaluación de los maestros?

Esa discusión debe venir aparejada de las mejores condiciones de vida de esas personas porque voy a pensarlo como una maestra: si yo evalúo un estudiante que está con una situación de salud mental compleja, una situación de seguridad compleja, una situación humanitaria compleja, pues evidentemente se va a ver reflejado en la evaluación.

Si yo luego tomo el resultado de esa evaluación como un dato objetivo, sin contexto, es posible que la evaluación salga de mala calidad y que la decisión que yo tome con ese contexto de evaluación es que esa persona no debería estar en ese lugar. Entonces, lo que hago es potenciar el descarte de ese tipo de seres humanos.

Estados Unidos, Finlandia, nos han demostrado que podemos tomar otro tipo de decisiones, mejorar las condiciones de vida que hagan la profesión docente una producción deseable, apreciada socialmente, de tal manera que cuando llegue el momento de la evaluación, esa evaluación refleje tanto mi conocimiento como mi bienestar.

“Debemos hacer una apuesta inmensa por la infraestructura educativa”: ministra de Educación de Colombia

Usted ha hablado varias veces de resignificar la jornada escolar, ¿qué significa eso?

Es fundamental una apuesta para que la educación oficial sea de la mejor calidad posible. Esa es una aspiración que el país podría tener si tomamos las mejores decisiones, tanto en su financiamiento como en todos los demás aspectos.

Todas las áreas que se ofrecen obligatoriamente, la integración de la cátedra de Historia, por ejemplo, y que permitamos que muchos jóvenes puedan tener la posibilidad que el deporte, el arte y la programación sean esenciales en su formación.

También ha hablado de educación antiracista. ¿Qué hacemos en los colegios para que los jóvenes no sean formados en el racismo, en el machismo, etcétera?

Esa apuesta es por poner en el centro la dignidad humana, por poner en el centro el reconocimiento de la diversidad de cada persona. La apuesta por una política de esta naturaleza es garantizar que se ofrecen herramientas que permitan conocer nuestra diversidad porque en parte muchas de estas prácticas pasan por la falta de conocimiento de lo que significa una persona de un pueblo específico.

En Guainía, una estudiante me dijo este fin de semana que ella quisiera que el resto del país tomara la prueba Saber 11 en su idioma para ver cómo le iría.

Y tiene razón porque dice: “no reconocen mi cosmovisión, no reconocen mis prácticas culturales, luego me evalúan en un idioma que es mi segundo idioma, no me va tan bien y dicen que yo no soy lo suficientemente inteligente para ingresar al sistema”.

Quedé muy conmovida, porque esta jovencita es representante estudiantil y dice que quiere ser abogada porque quiere defender a las niñas de este territorio que son víctimas de violencia sexual, y esa es una carga muy pesada para una niña de 11 grado.

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