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Colombia
Martes 27 de mayo de 2014 - 12:00 PM

Desinterés de caciques políticos marcó abstención en elecciones

El abstencionismo registrado en las elecciones presidenciales del pasado domingo tiene un responsable los barones electorales acostumbrados a dominar los comicios a través de clientelas políticas ya están instalados en el Congreso de la República y labrar el camino de un presidenciable supone desgaste

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Desinterés de ‘caciques’ políticos marcó abstención en elecciones (Foto: Archivo/VANGUARDIA LIBERAL)
Desinterés de ‘caciques’ políticos marcó abstención en elecciones (Foto: Archivo/VANGUARDIA LIBERAL)

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Desinterés de ‘caciques’ políticos marcó abstención en elecciones (Foto: Archivo/VANGUARDIA LIBERAL)

A esa conclusión llegan algunos analistas políticos, quienes sostienen que esos ‘caciques’ están esperando al mejor postor para la segunda vuelta y que seguramente el abstencionismo cercano al 60 % marcado el pasado domingo se va a reducir de manera contundente el próximo 15 de junio cuando se defina al nuevo inquilino de la Casa de Nariño.

A ese volumen tan alto de electores sin votar en la primera jornada no se llegaba desde hace 20 años, cuando en la elección de 1994 —que tuvo como candidatos a Andrés Pastrana y Ernesto Samper— se registró un 66 % de abstención. En los últimos catorce años la cifra no llegó al 55 %.

Óscar Duque, politólogo de la Universidad Autónoma de Occidente, asegura que “a muchos políticos no les interesa, por negocio, invertir su caudal en la primera vuelta, sino que esperan a ver quiénes son los candidatos que llegan a la segunda vuelta para salir a hacer ofrecimientos y continuar con el espiral de la corrupción”.

Esa razón, indicó, es la que hace que el sistema electoral sea débil porque no se deben escoger primero a senadores y representantes a la Cámara y después al Presidente porque así “van a ser los congresistas los que reinen en el Estado”.

El expresidente de Costa Rica, José María Figueres, quien ejerció como cabeza de la misión de observación enviada por la OEA, calificó ayer de “particular” que una elección Presidencial haya presentado una participación electoral inferior a la legislativa, cuando tan solo transcurrieron dos meses y medio entre una y otra. Esa lectura fue rechazada por el senador vallecaucano del Partido de la U, Roy Barreras, quien exigió respeto para los electores.

El político, que recibió el respaldo de más de 80.000 personas en marzo pasado, sostuvo que la abstención tiene dos explicaciones: la primera, que las encuestas marcaron un empate técnico y suponían una segunda vuelta, por lo que la gente prefirió no desgastarse en el proceso y, segundo, que la confrontación entre las dos principales campañas hizo que los ciudadanos migraran a la abstención.

El representante a la Cámara por el Partido Liberal, Guillermo Rivera, reconoció que la compra de votos pudo jugar un papel importante, aunque compartió la opinión de Barreras. Comentó que en la historia de las elecciones presidenciales cuando se preve una segunda vuelta, “apretada”, la participación en primera vuelta cae.

Guerra sucia y pereza

Carlos Gaviria, exmagistrado y excandidato presidencial, asegura que interpretar las causas de la abstención no siempre es fácil. Comenta que tradicionalmente la gente no vota por pereza o porque siempre ha sido escéptica frente a la democracia y a las promesas que hagan los aspirantes a un cargo de elección popular.

En este caso, dice, no sería aventurado pensar que los ciudadanos dejaron de votar para castigar a los candidatos que en medio de escándalos mostraron conductas reprochables, por lo que comenta que en los próximos quince días debe disminuir la guerra sucia y aumentar la capacidad de propuestas de los aspirantes.

Al procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez, le preocupa el alto nivel de abstención. A su juicio, “lo que refleja la jornada es precisamente un cansancio de la opción pública frente al ambiente que se desarrolló en las últimas semanas”.

Aunque a su parecer en la segunda vuelta habrá mayor afluencia de electores, señaló que una abstención del 60 % en la jornada amerita una reflexión por parte de las campañas políticas.

“Sirve para que se reflexione en torno el ambiente que debe crearse para que se logre ejercer con suficiente tranquilidad y transparencia las discusiones sobre los reales problemas del país”, advirtió.

Precisamente el analista Giraldo Ramírez dice que para la segunda vuelta las dos campañas del Centro Democrático y la Unidad Nacional tendrán que replantear su estrategia para estimular la participación del electorado, pues en manos de los abstencionistas está la decisión final de quién ganará la Presidencia.

“Es posible que para la segunda vuelta haya mayor participación, porque son solo dos candidatos, pero si siguen los escándalos y la guerra sucia lo más probable es que el voto en blanco y la abstención sean aún más altas”, dice el catedrático.

Agrega que ambos candidatos deben “esforzarse” en presentar a la ciudadanía “un mayor abanico de propuestas”, pues mientras Óscar Iván Zuluaga intentó centrar el debate en temas económicos; el candidato presidente Juan Manuel Santos se “estancó” en el proceso de paz.

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Publicado por COLPRENSA

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