La delegación negociadora de las Farc en la Habana consideró que lo que ha sucedido tras su presencia en el Conejo, Guajira, es una tormenta en un vaso de agua. En ese sentido, hizo un llamado para evitar una posible una crisis que pueda poner en peligro el proceso de paz.
"El escándalo por la llegada de la delegación de nuestra organización al corregimiento de El Conejo, en La Guajira, el pasado 18 de febrero, es armar un huracán en un vaso de agua", aseguró la delegación insurgente y agregó que los señalamientos se hacen por "personas enemigas de la paz".
Las Farc explicaron además que la polémica visita forma parte del acuerdo sobre la pedagogía de paz, el cual tenía una serie de protocolos acordados, y fue firmado por las partes, los garantes y el Cicr quienes actúan como testigos.
"Dichos protocolos no establecen que no se pueda hablar con la población. Pedagogía de paz no es igual a proselitismo armado. Ese es el acuerdo. No hay tal violación del protocolo por parte de las Farc", argumentó la guerrilla.
Ante esto la delegación de las Farc hizo un llamado a "los defensores de la solución política al conflicto colombiano, a salirle al paso a esta maniobra de los enemigos de la paz e impedir una nueva frustración y así avanzar hacia el acuerdo final, el cual se vislumbra en el horizonte".
Esta reacción se da luego de que el pasado viernes, el Gobierno Nacional fijara un ultimátum para que el 23 de marzo próximo se termine la negociación que se adelanta en Cuba, tal como se acordó con el máximo jefe de esa guerrilla y sus negociadores.
