Habrían reclutado jóvenes para interceptaciones telefónicas en Bogotá

La empresa denominada 'Bluggly', quedaba en el segundo piso de un restaurante del sector, donde, al parecer, se 'reclutaban' jóvenes especialistas en el tema con el fin de conseguir información interceptando teléfonos celulares, cuentas de correo, chats, entre otros, para presuntamente enviarla a altos mandos.
De hecho, en la cuenta de Twitter de la compañía @Blugglyhack, que desapareció del aire en los últimos días, aparece una convocatoria para el 16 de julio de 2013, donde invitaban a expertos en el tema a hacer parte del grupo de inteligencia, al parecer militar, y que era camuflado en el restaurante, el cual fue allanado por el CTI el 24 de enero.
Los interesados debían llenar un formulario de inscripción por medio de un movimiento denominado 'Movimiento Pirata Colombiano', que decía: "Se aclara que el MPCO (Movimiento Pirata Colombiano) NO tiene vínculos ni esta a favor de partidos de derecha o de izquierda o neutrales, sino que es un movimiento creado por ciudadanos que ven la necesidad de que se generen cambios en la manera como se maneja la política en el país".
Asimismo, en el mismo formulario garantizan la seguridad de los interesados: "por último, se aclara que la información suministrada por usted no será entregada a terceros por ningún motivo y se preservará y mantendrá la privacidad de sus datos sensibles".
Además, según la convocatoria, en la reunión se habrían tratado temas referentes a desarrollar tareas diversas - hipótesis que manejan las autoridades- sobre una red de inteligencia para interceptar datos informáticos.
De esta manera, se presume que empezaron a efectuarse las investigaciones por parte de la Fiscalía, debido a que la fecha de la convocatoria coincide con el inicio de las pesquisas.
Y aunque se dice que la fachada de la empresa Buggly sería legal y reconocida por el Ejército Nacional, como lo reconoció el comandante de la institución, Juan Pablo Rodríguez, en entrevista con La FM, lo que pasaba allí dentro era algo de lo que no se tenía conocimiento.
Lo que se ha dicho es que el lugar operaba con el nombre clave de 'Andrómeda', que fue otorgado por los militares y que al parecer estuvo a cargo del sargento en retiro Juan Carlos Mejía, (al parecer un nombre ficticio), quien aparece como representante legal de la compañía Buggly y quien fue llamado a entrevista por parte del ente acusador.
Por los mismos hechos también serán llamados a entrevista el general Mauricio Zúñiga, jefe de Inteligencia del Ejército, y el general Jorge Zuluaga, director de la Central de Inteligencia Técnica, quienes deberán explicar el inicio de la empresa de chuzadas. Ambos están temporalmente retirados de sus cargos.