La entrega de los jefes del Eln, el nuevo lío
El presidente de la República, Iván Duque, le dejó claro al Gobierno de Cuba que la vigencia de un protocolo pactado con la Administración anterior no debe ser la razón para que no entreguen a los jefes guerrilleros del Eln que se encuentran en ese país.
“Hoy se conoció el pronunciamiento de la Cancillería cubana en donde dicen que van a activar los protocolos que se habían activado anteriormente con otro Gobierno. Quiero hacer un llamado a ese Gobierno: lo que se presentó esta semana no es una diferencia, no es un la ruptura de ningún diálogo...lo que se presentó no fue una diferencia de opinión, lo que se presentó fue un acto criminal, violador de los derechos humanos y ningún acto de esa naturaleza amerita ningún protocolo que evite que se haga justicia, por eso le pedimos a este Gobierno que entregue a esos criminales para que se haga justicia”.
Previamente el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, había respondido que ese país respetará el protocolo pactado entre el gobierno y el Eln en caso del rompimiento de la mesa, en donde se incluye consulta a los países garantes y a las partes.
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Desde el punto de vista de la analista internacional de la Universidad del Rosario, Arlene Tickner, esta situación de tensión entre las relaciones internacionales de Colombia y Cuba puede ser vista desde dos ángulos. El primero de ellos, según la experta, es que el protocolo debe mantenerse para que haya garantías entre las partes por lo que resalta que Colombia no puede hacer caso omiso de este paso.
“Los protocolos indican que cuando hay ruptura de esta naturaleza los garantes del proceso deben garantizar justamente el retorno de los negociadores del Eln porque es el procedente ante una solicitud de entrega y captura, siempre y cuando haya garantías y en este caso se están queriendo pasar por algo por lo que Colombia debe acatar esto y pensar con cabeza fría”, agregó Tickner.
A la par de este análisis, la analista internacional manifiesta que el segundo ángulo que no se “puede perder de vista” son las relaciones entre Colombia y Cuba, además del tratamiento que se ha dado en las declaraciones públicas.
“El anuncio del Gobierno tan enfático da a entender que no hubo ninguna conversación previa con el Gobierno cubano para anticiparle que este iba a ser el contenido del discurso, algo que es erróneo porque se trata de un país que ha acompañado tanto el proceso con las Farc como con el Eln por lo que no puede estar fuera de la comunicación”, resalta la experta, quien además le suma a esta situación de incógnita que la crisis con Venezuela también está presente en cuanto a la salida que se le dé al Eln porque afectaría la zona de frontera.
Falta de voluntad
Con esta postura coincide el también internacionalista, Rubén Sánchez, quien señala que de antemano “Cuba no va a entregar a nadie” porque sería faltar a lo pactado al inicio de los diálogos e ir en contra de su actuar.
“Los garantes del proceso siempre buscaran mantener la paz y el Gobierno colombiano debe asumir los compromisos que adquirió porque de no hacerlo se estaría dando muestra de una clara falta de voluntad política en resolver esto de manera pacífica y desde luego sería algo que choca con los objetivos internacionales”, apunta Sánchez.
El analista expresa que de darse la entrega del equipo negociador del Eln la tensión con Venezuela aumentaría ya que este grupo armado buscaría refugio en la frontera lo que daría a un conflicto mayor.
“El Gobierno no puede actuar con la cabeza caliente porque hay mucho más en juego que las cabezas del Eln, esta guerrilla no tiene un solo dirigente, sino que son grupos pequeños regados por el país por lo que desatarse esto llevaría que la frontera con Venezuela se incendie al haber una movilización armada además de que el discurso incendiario no es lo correcto para estos momentos”, anota Sánchez.