Al menos seis personas fueron asesinadas, entre ellas un campesino y sus tres hijos menores de edad, en dos ataques a tiros perpetrados en sendas regiones del suroeste de Colombia, informaron este sábado fuentes oficiales.
El más sangriento ocurrió esta madrugada en La Consolata, una vereda de la localidad de Piamonte, en el departamento del Cauca, donde desconocidos penetraron en la vivienda de una familia campesina mientras todos dormían y los atacaron a tiros.
Tres menores entre las víctimas
La víctimas mortales fueron el padre de familia, identificado solo como Hamilton, y sus tres hijos pequeños, mientras que su esposa, María José Arroyo, está desaparecida, según la Red de Derechos Humanos del Putumayo, Piamonte y Sucumbíos.
"En el lugar dispararon contra la familia asesinando al dueño de la vivienda, el compañero Hamilton, e hiriendo a sus tres hijos menores de edad, de los cuales dos murieron en el lugar y uno fue auxiliado y sacado hasta la vereda La Novia, donde finalmente murió", manifestó la organización social.
La víctima estaba afiliada a la Asociación Sindical de Trabajadores Campesinos y Campesinas de Piamonte Cauca, que a su vez hace parte de la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria (Fensuagro).
La información agregó que desde el momento del ataque "está desaparecida la esposa de Hamilton, la señora María José Arroyo", por lo que la Red de Derechos Humanos pidió a la Fiscalía General "activar el mecanismo de búsqueda urgente que permita dar con el paradero" de la mujer.
Atentado a misión médica
Esta matanza se produjo horas después de que en inmediaciones de la localidad de Llorente, en el vecino departamento de Nariño, fueran asesinadas dos personas en un ataque a un vehículo que transportaba a un enfermo de la localidad de Barbacoas a la de Tumaco.
"Al vil asesinato de dos personas en la vía Tumaco-Barbacoas (Nariño) se suma el homicidio de una familia campesina en Piamonte (Cauca)", manifestó la Defensoría del Pueblo, que denunció que los grupos armados del suroeste del país "se encuentran asediando a la población civil en tiempos de emergencia sanitaria, desconociendo abiertamente el principio humanitario".
Según la Defensoría, en esa zona los grupos armados ilegales aprovechan hasta la pandemia del COVID-19 para someter a la gente y proliferan panfletos donde "se atribuyen el control de la población para evitar la propagación del virus".
"La Defensoría del Pueblo conmina a los actores armados a cesar el uso de la violencia y la coacción armada ante las comunidades más vulnerables del país, en momentos en que la emergencia sanitaria está también generando consecuencias en el desarrollo de su cotidianidad", dijo la entidad en su cuenta de Twitter.
En el suroeste de Colombia operan principalmente disidencias de las Farc, distintas bandas criminales dedicadas al narcotráfico y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que a raíz de la pandemia declaró un alto el fuego unilateral durante todo el mes de abril.
Para contener al coronavirus el Gobierno colombiano ordenó una cuarentena nacional de 19 días, en vigor desde el pasado 25 de marzo, que incluye la prohibición de movilizarse por carreteras, pero aún así grupos armados ilegales siguen circulando en distintos territorios.
