Mercedes Barcha, la mujer detrás de 'Cien Años de Soledad', falleció
El apoyo de Mercedes, que tenía 87 años y vivía en Ciudad de México, fue determinante en la carrera de Gabo: confió tanto en su trabajo que lo apoyó incondicionalmente durante los 18 meses en los que él se encerró a escribir su obra cumbre, ‘Cien años de soledad’, que le merecería el Premio Nobel de Literatura.
Según fuentes familiares, Mercedes padecía hace meses problemas respiratorios.
La Gaba
A Mercedes Barcha se le conoce cariñosamente como la ‘La Gaba’ por ser, durante 56 años, la pareja incondicional de Gabriel García Márquez o ‘Gabo’, como mayormente es conocido.
Ella fue la mano que sostuvo en los momentos más difíciles al Premio Nobel de Literatura y se encargó de todo el hogar, mientras ‘Gabo’ rellenaba las páginas en blanco de su obra cumbre: “Cien Años de Soledad”.
Junto al escritor colombiano formaron un hogar conformado por Rodrigo y Gonzalo García Barcha, sus dos hijos. García Márquez conoció a Mercedes cuando ella tenía 9 años y él tan solo 14. En una ocasión, contó que cuando su esposa tenía 13 años de edad en una noche de borrachera se armó de valor para pedirle matrimonio, pues siempre supo que ella sería su compañera de vida. Finalmente, se casaron el 21 de marzo de 1958 en la Iglesia del Perpetuo Socorro en Barranquilla.
A ella se le atribuye el hecho de que ‘Gabo’ pudiese escribir “Cien Años de Soledad” ya que como se nombró anteriormente, fue quien se hizo cargo de su hogar y además ayudaba a pasar a máquina las páginas que ya tenían el visto bueno de García Márquez.
Fue ella quien vivió todo el proceso, hacía frente a las deudas y hasta llegó a empeñar varios electrodomésticos para que la obra literaria fuese una realidad, sin llegar a imaginarse que en el primer mes y medio de la publicación del libro se agotara la primera edición de 8 mil ejemplares, los cuales cambiaron el rumbo de la literatura iberoamericana.
Un año después, la obra ya se había traducido al alemán y al francés, pero sin Mercedes Barcha, ‘Cien Años de Soledad’ jamás habría existido.
En definitiva, ella fue la aliada, acompañante y alma gemela perfecta del escritor colombiano.