Publicidad

Colombia
Domingo 12 de junio de 2016 - 12:00 PM

Minjusticia pidió perdón a víctimas en Bolívar

En el Jardín de la Memoria, como se le llama al parque ubicado frente al Cementerio Universal de Barranquilla, el Estado reconoció que se trató de una ejecución extrajudicial por parte de los infantes de marina y además pidió perdón a los familiares de Omar Zúñiga Vásquez, asesinado el 1 de junio de 1992 en el corregimiento de San Cristóbal, Bolívar.

Compartir
Imprimir
Comentarios
Minjusticia pidió perdón a víctimas en Bolívar (Foto: Archivo / VANGUARDIA LIBERAL)
Minjusticia pidió perdón a víctimas en Bolívar (Foto: Archivo / VANGUARDIA LIBERAL)

Compartir

Minjusticia pidió perdón a víctimas en Bolívar (Foto: Archivo / VANGUARDIA LIBERAL)

Fue el ministro de Justicia, Jorge Eduardo Londoño, quien expresó en el acto simbólico que el homicidio de Omar es un acto repudiable y una vergüenza para el Estado. Él fue quien pidió perdón a los familiares.

La señora Amira Vásquez de Zúñiga, visiblemente afectada, no pudo hablar, pero durante la intervención del funcionario no pudo contener las lágrimas, ya que este recordó cómo era Omar. Dijo que este era un campesino noble y trabajador.

En la ceremonia se hicieron presentes todos los familiares de Omar, lo mismo que representantes de la Fiscalía, ONGs de ayuda a víctimas y la Unidad Para las Víctimas. Carmen Zúñiga, hermana de Omar, dijo que si bien la familia acepta el perdón, no está del todo complacida, pues desea que se haga justicia verdadera.

“Queremos que quienes mataron a mi hermano paguen con cárcel y nos indemnicen. Mi hermano no era ni guerrillero ni paramilitar. Era un campesino humilde. A la finca en la madrugada llegaba una tropa del Ejército y teníamos que atenderla, después llegaba una del Eln o del Epl y nos obligaban a darles agua, carne y otras cosas, pero nunca compartimos con ellos. Éramos obligados”, expresó la pariente.

LA TRAGEDIA

Eran aproximadamente las cuatro de la tarde del primero de junio de 1992 cuando un grupo de infantes de marina de la Armada Nacional llegó a la finca La Hicotea’, un predio de cien hectáreas ubicado en el corregimiento de San Cristóbal, jurisdicción de San Jacinto, Bolívar.

Los uniformados preguntaron por Omar Zúñiga Vásquez, el hijo me Miguel Zúñiga y Amira Vásquez de Zúñiga, los propietarios de las tierras. Él era un joven de 24 años que tenía tres hijos. Vivía con sus padres y sus hermanos en la propiedad que él mismo ayudó a cultivar y en la que tenía animales que criaba y hasta les ponía nombres.

Sin miedo, porque el que nada debe, nada teme, levantó la voz y dijo: “soy yo”. Enseguida unos de los infantes le colocaron un sacó en la cabeza y lo subieron a una camioneta blanca, sin placas. Amira, angustiada por lo que le podía pasar a su hijo, trató de oponerse, pero a ella también se la llevaron.

Ambos fueron encerrados en un colegio del pueblo, pero ahí Omar fue sometido a torturas por varios, sufrió mucho y Amira tuvo que ver cada cosa que le hicieron los militares. Días después, ella fue liberada y le dijeron que Omar se había escapado. Sin embargo, pasaron las horas y entonces el cadáver del muchacho fue hallado. Los familiares tenían claro lo que había pasado. Todo se trataba de un ‘falso positivo’. Luego de eso tuvieron que huir de la finca y esas tierras fueron ocupadas por grupos ilegales que hasta ahora están sacando provecho de ellas. La familia llegó a Barranquilla en 1993 y aquí ha librado una batalla jurídica para reclamar lo suyo, y por supuesto, pedir justicia por lo que le pasó a Omar.

Este sábado, y tras el acto, la familia recibió simbólicamente un féretro con los restos de Omar Zúñiga Vásquez.

Elija a Vanguardia como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí y únase a nuestro canal de Whastapp acá.

Publicado por COLPRENSA

Publicidad

Publicidad

Tendencias

Publicidad

Publicidad

Noticias del día

Publicidad