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Colombia
Jueves 02 de abril de 2020 - 12:00 PM

Playa Blanca de Cartagena se revitaliza en medio de la cuarentena

Playa Blanca de Cartagena ya lleva dos semanas sin recibir visitantes por cuenta del aislamiento preventivo. El ecosistema se ha revitalizado.

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Lo que para la humanidad entera ha significado una pandemia sin precedentes y una crisis económica de la que va a ser complejo recuperarse, para los ecosistemas alrededor de todo el mundo ha significado un respiro de la explotación constante a la que son sometidos por parte de los humanos.

Cielos más despejados y aguas más cristalinas lo demuestran, y Playa Blanca, por supuesto no ha sido la excepción.

Fue el pasado 20 de enero cuando en medio de un Consejo de Seguridad, el alcalde de Cartagena William Dau tomó la decisión de cerrar el balneario por dos semanas ante la cantidad de problemas que desataban el desorden en el sitio: accidentes marítimos, altos niveles de ruido, perjuicio del ecosistema, entre otros.

Sin embargo esta decisión, la cual causó polémica entre la comunidad raizal que vive del turismo, nunca llegó a concretarse, por lo que Playa Blanca continuó funcionando aunque con unos controles más estrictos por parte de las autoridades.

Hoy ante la llegada del coronavirus, la realidad es distinta. Desde el 16 de marzo ningún turista ha ingresado a la playa y por lo tanto, esta ha tenido oportunidad de tener un descanso y re-equilibrarse.

Según el secretario del Interior, David Múnera, quien ha estado al frente de toda la situación de Playa Blanca desde el inicio de su administración, ha sido el mismo Consejo Comunitario el que ha velado para que se cumplan las restricciones al ingreso. “Los primeros días del cierre ellos mismos nos llamaban cuando veían visitantes con el fin de que se hicieran operativos de seguridad para no permitir el tránsito de turistas”, afirma.

“Una oportunidad para reorganizar”

Múnera ve este escenario en Playa Blanca como una forma de emprender el verdadero cuidado de este parque natural una vez finalice la pandemia. “Yo espero que después de que pase todo esto podamos sentarnos con el Consejo Comunitario para terminar de resolver los problemas de Playa Blanca y así establecer unas reglas claras”, dijo el funcionario.

En este sentido destacó que esta coyuntura debe verse como una buena oportunidad para reorganizar el funcionamiento del balneario en compañía de la comunidad y las autoridades nacionales y locales, con las que se esperan retomar las mesas de trabajo para que Playa Blanca funcione dentro de los límites de la ley y la naturaleza.

“No podemos dejar que Playa Blanca vuelva a ser lo que era antes, no se puede olvidar que es una reserva natural y hay que conservarla y protegerla. La gente debe entender eso, que no se trata solamente del lucro”, indicó.

Así pues, Múnera recordó que ya hay una decisión tomada sobre el cierre de los hostales y la prohibición de pernoctar en Playa Blanca la cual debe ser respetada aún con el fin de la pandemia.

“Seguiremos viendo las diferentes soluciones que hemos planteado al Gobierno Nacional para ver cómo reubicamos los negocios a un lugar distinto, solamente dejando a las personas pertenecientes a la comunidad raizal”, puntualizó.

Impacto socioeconómico

En cuanto al impacto socioeconómico que tiene este cierre, el secretario del Interior indicó que desde que inició la cuarentena han tenido en cuenta ese aspecto y por este motivo desde la semana pasada se comenzó con la entrega de ayudas como agua y mercados a la comunidad de Santa Ana, Ararca y Barú, zona de influencia de Playa Blanca.

“Sabemos que sin turismo ellos están pasando por unas condiciones difíciles, así que estamos en el deber y la obligación de llevarles las condiciones humanitarias para mitigar este padecimiento”, señaló Múnera.

Su capacidad

De acuerdo con un estudio de Parques Nacionales Naturales, la capacidad de carga real de Playa Blanca es de 3.124 personas, sin embargo su capacidad de manejo es de sólo el 4% de ellas, es decir, 125.

Cabe recordar que durante la temporada alta Playa Blanca recibía hasta más de 10 mil personas por día, una cifra que se encuentra muy por encima de lo que el balneario realmente puede soportar.

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Publicado por Colprensa, Cartagena

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