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Colombia
Lunes 29 de mayo de 2023 - 12:00 PM

Una de nuestras unidades pasó a 100 metros de uno de ellos: así va la búsqueda de los niños en la selva del Guaviare

pLa semana pasada, Cristin Neriman Ranoque Mucutu, el menor de los cuatro hermanitos, cumplió un año mientras es buscado por las Fuerzas Militares que, aunque con menos personas en la operación Esperanza, siguen trabajando arduamente para dar con el paradero de los niños.pp p

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Aunque sin el mismo número de personas con que inició la operación, pero con la misma esperanza de encontrarlos con vida como el primer día, avanza la operación de búsqueda y rescate de los cuatro hermanos desaparecidos hace ya cerca de un mes en la inhóspita selva del Guaviare luego de que el avión en el que viajaban con su mamá y otras dos personas se precipitara a tierra.

El general Pedro Sánchez, comandante de la operación “Esperanza” con la que se busca a Lesly Mucutuy, Soleiny Mucutuy, Tien Noriel Ronoque Mucutuy y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy explicó que, aunque ya hay menos personas trabajando en la operación, la voluntad de hallar a los niños con vida es la misma.

“Va sin pausa, con un esfuerzo articulado con estos hombres, si bien es cierto que en un momento tuvimos 92 indígenas bajando con nuestros comandos, quedan 73 por las mismas condiciones del terreno, pero esa combinación no solo nos ha permitido duplicar los ojos en la zona, sino intercambiar conocimiento sobre lo complejo y misterioso, que algunos llaman, de nuestra selva”, aseguró el general Sánchez en entrevista con W Radio.

El general Sánchez aseguró además que los niños siguen con vida “por las evidencias” que encontraron en los últimos días.

“Si estuvieran muertos, seguramente sería fácil encontrarlos porque estarían quietos, porque los animales nos orientarían para allá”, bajo esa teoría, implementarán otros elementos para aumentar la efectividad de la búsqueda como reflectores, además de más perifoneo desde el aire para orientar a los niños en caso de que escuchen las grabaciones de su abuela, María Fátima Valencia.

En ese sentido, el general Sánchez indicó que sienten que han estado muy cerca de los menores por las últimas pruebas que hallaron (un pañal, un tenis, la tapa de tetero y una toalla), pero las condiciones selváticas han dificultado en varias ocasiones el encuentro con ellos.

“Muy seguramente hemos pasado a 100 o 200 metros, por ejemplo, los últimos indicios que hemos encontrado el martes pasado es que una de nuestras unidades pasó a 100 metros de uno de ellos. Por otros indicios, por la precisión de uno o dos días a escasos 40 metros, pero eso a 20 metros en la selva no se observa; sin embargo, aunque han aplicado todos los patrones de búsqueda, no se ha encontrado nada debido a que las fuertes lluvias han borrado las pistas en la zona”, concluyó el comandante.

Además de los objetos encontrados la semana pasada en la selva, la abuela de los menores, María Fátima Valencia, avivó la esperanza de por fin dar con el paradero de los niños luego de que contara que un chamán le dijo que estaban muy cerca de ellos.

“Me dijo que los tienen rodeados los indígenas, que los niños están vivos y los van a encontrar”, comentó Valencia en diálogo con revista Semana. La comunicación con el guía espiritual indígena se dio a través de una llamada desde el Amazonas, en ella también le dijo que la mayor de los cuatro niños es quien guía la caminata de los hermanos y los protege de los riesgos de la selva.

“Me dijo que dos niños tienen heridas, pero la más grandecita los cuida, los limpia con cualquier cosita. Los niños están vivos, gracias a Dios”, agregó la abuela, que se encuentra en Villavicencio (Meta) a la espera del regreso de sus nietos.

La tragedia aérea que desencadenó la desaparición de los niños se presentó el pasado 1 de mayo cuando la Aeronáutica Civil reportó la desaparición de una aeronave que cubría la ruta Araracuara (Caquetá)-San José del Guaviare (Guaviare) con siete tripulantes a bordo.

El avión Cessna C206 de matrícula HK 2803, al parecer, presentó una falla en su motor, situación que obligó al piloto a declararse en emergencia.

Dieciséis días después, las autoridades encontraron la aeronave en la vereda Palma Rosa, zona rural del municipio de Solano, Caquetá.

La aeronave quedó colgando de los árboles, en el lugar se apreciaban zapatos y maletas. En el interior del avión estaba el cuerpo sin vida de Hernando Murcia Morales, el piloto.

En la tarde de ese martes 16 de mayo, los organismos de socorro encontraron los restos de Herman Mendoza Hernández, copiloto, y de Magdalena Mucutuy, la madre de los niños. Desde ese día las autoridades buscan incansablemente a los cuatro niños.

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Publicado por El Colombiano

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