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Videos: Gracias a las redes sociales, estudiantes de escuela rural en Boyacá tienen juguetes y útiles escolares
Ocho estudiantes de primaria que reciben sus clases en la escuela Topito y Quibuco, una de las sedes de la Institución Educativa Técnico Nacionalizado, del municipio de Pauna, Boyacá, hoy van a clases y disfrutan de útiles escolares, libros, material didáctico, juguetes, uniformes y zapatos nuevos.
Todo comenzó a mitad de julio pasado, cuando Jessica Blanco, una estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad Javeriana, gracias a la beca Ser Pilo Paga, y además influencer política en redes sociales, contó cómo es el día a día de su mamá, quien es la docente de esta sede educativa.
Ana Rosa Tellez lleva 30 años siendo docente y desde hace dos trabaja en la escuela Topito y Quibuco, cuyos estudiantes, hijos de campesinos de la zona, tienen dificultades para acceder a la sede y además no cuentan con material didáctico y tecnológico suficiente para tomar sus clases.
Por esta razón, Jessica y su mamá emprendieron una campaña en redes sociales para recibir la mayor cantidad de donaciones, en especie y económicas, para ayudar a estos pequeños.
Después de tres semanas de recibir el apoyo de cientos de personas, hace unos días organizaron todas las cosas que recibieron y compraron y viajaron hasta Pauna, para entregárselas a los niños.
Juguetes, instrumentos musicales, colores, cuadernos, libros, ropa, zapatos, mercado y herramientas para arreglar las instalaciones de la escuela, entre otras cosas, recibieron los pequeños.
En redes sociales, Jessica y Ana Rosa contaron como fue el porceso.
"Jamás esperé que este video tuviera tanto apoyo y hoy gracias a ustedes y su donaciones podemos transformar juntos esta situación. Mi mamá viajó a Bogotá y fuimos al centro, compramos algunos juguetes que incentiven a los niños a experimentar diferentes profesiones pero también para que se diviertan, pues ellos pocas veces pueden disfrutar de juguetes. Compramos instrumentos porque muchos no han tenido acceso nunca a una flauta o un tambor...", contaron en el video.
Durante dos días, la 'profe' Ana, Jessica, voluntarios, amigos y padres de los estudiantes se reunieron en la escuela para organizar las donaciones, adecuar la escuela y darle la sorpresa a los niños.
"¡Logramos que los niños de la vereda de Topito y Quibuco hoy tengan más oportunidades y sueños! Este mensaje es para agradecerles a todas las personas que donaron, y apoyaron este proceso. Queremos mostrarles que cuando nos juntamos logramos cosas increíbles y que efectivamente sus ayudas si llegaron a los niños. La alegría de ellos hace que todo valga la pena en este momento".
El próximo 3 de Septiembre irán de nuevo a terminar de arreglar la planta física de la escuela.
Para llegar a la escuela, Ana Rosa debe tomar un bus cuyo pasaje cuesta $3 mil, tras 20 minutos de recorrido se baja en un punto específico de la carretera, desde donde debe empezar a caminar cerca de 45 minutos o una hora. En el recorrido va recogiendo a sus estudiantes por el camino.
A pesar de las dificultades para la enseñanza de los menores y del difícil acceso a la sede, Ana ama ser docente. "Me gusta este lugar, es una temperatura de 22 grados, es muy agradable, se respira aire puro, hay frutas y uno camina y se mantiene en forma, a todo le ponemos energía positiva", comenta entre risas.
Si usted quiere apoyar a Ana o a sus estudiantes lo puede hacer comunicándose con ella en el celular 311 5449666 o con Jessica para las donaciones en efectivo al 301 4410122.
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Periodista egresada de la Universidad Pontificia Bolivariana. Llega a Vanguardia en el 2018 al equipo de Área Metro en la versión impresa y desde 2020 integra el equipo web. Sus temas fuertes son salud y educación.
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