La situación de Metrolínea empeora, sus finanzas se hacen más exiguas, su personal se acorta, su flota se esfuma, sus paraderos y estaciones se oxidan, se desmantelan y se desploman, sus deudas crecen y los usuarios desaparecen.
Sus colegas dijeron que tenía muchos años de estar dedicado a ese oficio y hace 10 integraba la Asociación de Taxistas del Centro Comercial Caribe Plaza.
“Vaya que le firme otro payaso”: así le dijo Ober Ricardo Martínez, a los miembros de la Policía que lo hallaron en su celda. Está recluido en la Picota.