No podemos confiarnos y olvidar que el descuido de nuestras obras de infraestructura, en cualquier momento pueden desencadenar consecuencias catastróficas, pues son elementos fundamentales de la vida urbana que pueden o no estar en riesgo.
El plazo para que entren en operación la tercera y cuarta unidades de producción de energía en el complejo hidroeléctrico vence el 30 de noviembre próximo.
Las firmas, que ya habían sido rechazadas a comienzos de este año, firmarán un contrato para encargarse de las obras civiles de las últimas cuatro unidades de generación.
Hidroituango es por estos días no solo la sede de una nueva etapa contrarreloj para llegar a tiempo con otras dos unidades de generación de energía antes de 51 días, sino una especie de torre de Babel donde contratistas de varias especialidades y nacionalidades adelantan trabajos inéditos, porque si bien se habían hecho obras similares en plataformas petroleras y en redes de acueductos, no se habían efectuado a las profundidades ni en las dimensiones de la megacentral.